Zoología fantástica. Periplos, Revista de Arte y Literatura. N° 4

“Un fenómeno puede ser explicado de dos maneras: de acuerdo a causas naturales y de acuerdo a causas sobrenaturales. La posibilidad de vacilar entre ambas crea el efecto fantástico” T. Torodov.

La Ilustración es posterior de la entrega del relato "Mensaje sin destino", enviado al concurso de Ciencia-ficción/Mente colmena de Trenz. En esta historia surge un personaje poderoso y vigilante, una mantarraya de reacciones rápidas, muestra de ello es su lengua látigo y una piel tornasolada que emplea como medio de comunicación. Una mezcla de camaleón con mantarraya. Por qué esos dos animales en particular y no otros. Tal vez tenga una explicación un poco traviesa y poco convincente, hasta para mí. Tiempo atrás, siglo pasado, soñé con 3 camaleones correteando de un lado a otro, me dijeron que jugara el 33 y gané la lotería. Mucho después soñé nadar divinamente, acompañada de una mantarraya bajo el mar, por suerte sentía mucho sosiego, fue como si estuviera dentro de su espíritu, algo contradictorio este sueño en relación a mi realidad, ha podido ser una pesadilla pues tengo fobia a la profundidad.

Las imágenes de Ranamarrana y Sapolagarto surgieron al momento de leer, aquí, en Steemit, la retahíla de Sandra Cabrera “La rana marrana”, de inmediato quise fusionar en un personaje las características más resaltantes de ambas, resultando una Ranamarrana ingrávida, rosada y coqueta. Al mismo tiempo leía con curiosidad y entusiasmo los poemas de *Amor de Papelón* del concurso de Marlyn Cabrera, también aquí, en Steemit, y así surgió el compañero de estanque, Sapolagarto, robusto y presumido por saber hacer espuma. Luego de enviar mi participación, y en espera, me dispongo a leer las retahílas de mis compañeros, todas fueron rítmicas y amorosas ¡UPS! La mía resultó tener mucho de picardía y melcocha.

“El relato fantástico nos presenta por lo general a hombres que, como nosotros, habitan el mundo real pero que, de pronto, se encuentran ante lo inexplicable”. L.Vax.

Las leyendas y mitos tienen su fuente de inspiración en el inconsciente colectivo, enriquecen la imaginación popular, son asiento de diferentes culturas. La leyenda de la Península de Paria, en el Estado Sucre, Venezuela, El Kíkiriñau, fue poco difundida al resto del país. Cuenta de unos animales híbridos, surgidos de un extraño acoplamiento. Al enfrentar mediante la ilustración este tipo de mixtura, me dejo llevar por la estética misma de los dos animales, más que por la insinuación sexual: la flexibilidad del gato y el colorido del gallo. Finalmente el personaje Kíkiriñau, luce siete colas de la suerte, alas, espuela y pico. Facilitó este fantástico viaje la seguridad de saber que “nadie los ha visto”, en mi relato cobraron vida en la imaginación de niños, capaces de hacer realidad los sueños.

“Un cuento es fantástico, simplemente si el lector experimenta en forma profunda un sentimiento de temor y terror, la presencia de mundos y de potencias insólitos” H.P. Lovecraft.

Estimados amigos, si quieres ahondar en este mundo maravilloso, existe suficiente literatura sobre ficción y la figuración de lo fantástico, pero, en esta oportunidad me fue de gran ayuda el prólogo de Iraset Páez Urdaneta, para la obra Ficciones de Jorge Luis Borges.
Y mirar desde una sonrisa.

@antolinamartell (Antolina Martell)*. Nacida en Cumanacoa, Estado Sucre, Venezuela, en 1951. Pintora e ilustradora y una entusiasta escritora de cuentos. Profesora de Educación Artística. Autora de Blacamán en Maturín y otros relatos (2013), Callejón El Alacrán, sendero de pasos (2015). En el Estudio Penta, junto al escultor venezolano Jorge Peña, dirige la Coordinación editorial y realiza Proyectos de Conservación de Bienes Muebles en la ciudad de Cumaná.