El poeta Andrés Eloy Blanco nació el 6 de agosto de 1896, en la ciudad de Cumaná, estado Sucre, Venezuela.

Su familia pertenecía a una clase social acomodada, ya que su padre era médico pediatra y, en ese tiempo, ser profesional de la salud era garantía de estabilidad económica. Aún así, la familia Blanco Meaño siempre fue cercana a las necesidades del pueblo.

Desde muy joven, el poeta Andrés Eloy se involucró con las causas justas, razón por la cual en su fuero interior forjó una personalidad centrada en la igualdad social y en la administración de oportunidades para todo en el mundo, así como en el respeto hacia las ideas de los demás, incluso siendo estas contrarias a las de él.

Estudió la carrera de Derecho, en la Universidad Central de Venezuela. Allí consolidó sus ideas en contra de la dictadora de la época y le apostó a la democracia. Estuvo preso en la Rotunda, por ser disidente político. Luego creó el Partido Político "Acción Democrática",

Fue Diputado y Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, y ocupó el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, en el período del Presidente Rómulo Gallegos (1948), quien fue derrocado al poco tiempo de haber sido electo presidente. Esto obligó a Andrés Eloy Blanco a pedir asilo en Cuba y luego en México, donde falleció en un accidente automovilístico el 21 de mayo de 1955.

Me acerqué a la poesía de Andrés Eloy,a través de la Radio, ya que cada 31 de diciembre, ya faltando cinco minutos para despedir al año viejo y recibir al nuevo, mi mamá decía:

Escuchemos "Las uvas del tiempo", de Andrés Eloy Blanco.

Ese momento era de silencio absoluto; todos debíamos concentrarnos en escuchar al locutor José Ramón Renault declamar el poema; y esos cinco minutos estaban destinados para recordar a los abuelos que ya no estaban, a la madre y a los hijos y familiares ausentes.

En casa, mantenemos esa tradición, y así sentimos que con el poema de Andrés Eloy la unión familiar se mantiene.

De este destacado poeta deseo compartirles el poema: "A Florinda en invierno", que dice así:

Al hombre mozo que te habló de amores
dijiste ayer, Florinda, que volviera,
porque en las manos te sobraban flores
para reírte de la primavera.

Llegó el otoño: cama y cobertores
te dio en su deshojar la enredadera
y vino el hombre que te habló de amores
y nuevamente le dijiste: -Espera.

Y ahora esperas tú, visión remota,
campiña gris, empalizada rota,
ya sin calor el póstumo retoño

que te dejó la enredadera trunca,
porque cuando el amor viene en otoño,
si le dejamos ir no vuelve nunca.

IPFS Video

Espero que les haya gustado mi vídeo y reseña. Invito a que se unan a esta dinámica a @casv, @mariami y @inspiracion.