¡Hola ha llegado una nueva chica!

Hola amigos, mi nombre es Diliegnifer González (si ese es mi nombre) tengo 23 años, estudio Ciencias Fiscales en la Universidad Nacional Experimental de Guayana; no era la carrera que quería pero en el camino me fui encariñando. Vivo en Venezuela exactamente en Ciudad Bolívar-Estado Bolívar en una casita de por allá, bien lejos jajá.

Tengo una hermosa familia, bastante disfuncional, compuesta por 2 padres, 1 madre y 11 hermanos (5 por parte de mamá y 6 por parte de papá) y unos cuantos sobrinitos. La historia es que mis padres se separaron cuando yo tenía 4 años, mi madre (mi guerrera) tuvo que salir adelante con 6 hijos sola y aunque no era mucho lo que nos podía dar, nunca se dio por vencida y dió de ella todo lo que pudo y le enseñaron a dar.

Crecí en una familia carente de beneficios materiales y dinero; pero, no hubiera podido pedir otra niñez; jugué, brinque, salte y me divertí como cualquier niño que quizás, si gozó de esos beneficios. A los 7 años de edad conocí a un hombre que poco a poco se fue colando en nuestra vida haciendo muy suyo el dicho “No es papá el que engendra sino el que cría” y es allí donde conozco a mi padre de crianza, aunque por muchos años mi mama nos tuvo engañados, haciéndonos pensar que era su amigo, pero esa es otra historia que les contare después.

Si se preguntan que fue de la vida de mi padre biológico, pues el siguió su vida normal y se olvido por 10 años que tenia 2 hijas con mi madre.

Hablando un poco sobre mí, me gusta la música (escucharla, sentirla, tocarla, cantarla), amo el sonido de la lluvia y el olor a tierra mojada que produce el primer toque de lluvia con el suelo, me gusta viajar (muy poco lo he hecho), me gusta cocinar y por supuesto comer, me encanta el café, el chocolate y admirar la luna. Me molestan las mentiras, las injusticias, y el maltrato, provienen de almas vacías que dan solo lo que hay en sus feas vidas; si bien las personas no somos perfectas y somos diferentes unas de otras, pero, creo fielmente que “todo depende de ti” puedes ser parte de lo bueno y lo positivo de la vida.

Desde los 18 años he trabajado como mesonera, un trabajo del que me enorgullezco porque me ha enseñado a servir a otros y no sentirme menos por eso, más bien me llena de satisfacción prestarle el apoyo a otras personas. En un principio fue un trabajo de fines de semana, bueh así tuve 3 largos años trabajando en la parte de eventos del hotel laja real, muchas noches sin dormir y unas ojeras que terminaban a la mitad de mis cachetes. Aun así iba a la universidad con un sueño terrible y las inmensas ganas de graduarme.

Una de las experiencias más lindas de mi vida ha sido servir a niños de escasos recursos aquí en mi país, prestarle una mano y una sonrisa a niños que la han perdido en medio de las aflicciones que tienen a su corta edad; no tiene precio y no existe un regalo mas grande que ver esos ojitos nuevamente llenos de esperanza.

Nací y crecí bajo los preceptos cristianos y en mi experiencia personal no pudiera estar más agradecida con Dios, con mis padres y todas esas personas lindas que ayudaron en mi formación. Estoy agradecida inmensamente de Dios, porque todo lo que soy se lo debo a Él y Puedo decir con seguridad que lo que más me gusta hacer es cantarle y servirle a Dios (quien me ha amado como nadie).