El Misterio de la noche más oscura// Cuento literario

Recién llegábamos al nuevo lugar, donde empezaríamos una nueva vida, mi madre, mi hermano, mi padre y quien les habla Jimena, con apenas dos semanas, compartiendo con los habitantes de esta misteriosa ciudad, todos vivían encerrados, lo que dificultaba el poder compartir y conocer aquel perceptible misterio, algunas de las personas, sobre todo, las que poseían algún tipo de comercio eran con las que habitualmente se podía conversar con ellos, pero no era mucha la información, que era posible sacarle, sobre los motivos del encierro en las que vivían todos en ese lugar, una amable anciana una vez, me comento:

-Joven siempre debes estar atenta a las voces que escuches durante la noche oscura, de eso dependerá que te salves a no, a la cual le respondí:

-Gracias por tus consejos amable anciana, pero todas las noches son oscuras.

-Tienes razón hija, pero la que yo te digo, es muy diferente a las demás, solo te aconsejo y tampoco trates de entrar en la casa que está totalmente abandonado a pocos metros de aquí, y me comento lo sucedido en dicha casa.

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Al escuchar tales palabras entendí los motivos por los cuales las personas del lugar se escondían, por tanta soledad a la cual estaban sometidos, muchas personas habían perdido la razón, esto hacia entonces que pocos solo salían a comprar lo necesario, sin embargo le seguí comentando a la anciana:

-Ese hombre solitario, que todas las mañanas se sienta solo, leyendo un libro, y en medio de la plaza, ¿en cuál casa vive?, ya que me preocupa, en estos días pase y estaba lloviendo y el señor no estaba acobijado, y ya es una persona bastante mayor, me miro, pero no me dijo absolutamente nada.

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Una tranquila y despegada noche, dormía tranquilamente en mi habitación, de pronto todo se oscureció, que noche más oscura escuche decir, siento pasos cerca de mi ventana, pero no pude ver a nadie, mas sin embargo sentía la presencia de alguien en mi ventana, así pase toda la madrugada de esa tan oscura noche, todo quedaba tan oscuro debido a que se interrumpió el servicio eléctrico, el cielo estaba totalmente cubierto de nubes negras, sin permitir las luz de ninguna estrella y mucho menos de nuestro satélite natural, la luna, al día siguiente me levante con esa sensación la cual sentimos en nuestra mente, como si todo había sido un sueño, de esos con sensaciones de realidad, pero convencida que nada de eso había pasado, solo se trataba de una pesadilla como le sucede a cualquier persona, lo cual no pude confirmar, ya que mi mente estaba confusa si en realidad había sido un sueño o todo fue real.

Recuerdo que a la mañana siguiente, con mucho entusiasmo salgo a mi primer día de escuela, la cual quedaba a pocos metros de mi casa, de pronto se me vino a mi mente, una pequeña travesura que lleve a cabo, unos días atrás, al tocar el timbre de aquella casa abandonada, las más tenebrosa de todas, me imagino que con ella le han metido miedo a todos los niños que viven aquí, ya que su aspecto era realmente escalofriante, al llegar a la casa mencionada pude ver que alguien se asomó por una de las ventanas, lo cual era imposible ya que esa familia no quedaba nadie con vida, debido a que todos habían fallecidos por la inhalación de gas propano, proveniente de la línea de gas doméstico, ese hecho marco este lugar, como el vecindario de la noche más oscura, esta historia me la conto la anciana con la que hable el otro día, también me dijo que cada cierto tiempo solo en el sector de dicho vecindario, era arropado por nubes negras, las misma haciendo recordar, tan doloroso hecho, sucedido aquella oscura y tenebrosa noche, pero que siempre se llevaba a alguien del vecindario, cosa que me pareció una real locura, más aun cuando me dijo que el señor que yo veía en la plaza se llamaba Cornelio y hacía mucho tiempo que había fallecido, cosa que me dio más razones para estar segura de la locura colectiva en aquel espacio.

Esta ocasión, pude volver a ver al señor Cornelio, pero esta vez no estaba solo, estaba rodeado de algunas personas, entre hombres, mujeres y niños, razón por la cual ahora si me decidí acercarme al anciano para escuchar lo que decía, y porque ahora estaba en compañía de varias personas, al iniciar el relato el señor Cornelio, sentí ese escalofrío que percibí aquella noche anterior, sigue y dice si algunos de los presente a sentido la presencia de alguien en su ventana y creen que fue tan solo un sueño, déjenme decirle que no lo fue, lamentablemente si esa persona está aquí y se identifica con esta historia es porque ya no pertenece al mundo de los vivos como todos los que están presente.

Los vecinos más antiguos que hoy me acompañan saben que en la noche más oscura, siempre trato de ampliar nuestra familia, sobre todo visito aquellas personas que llegan a mi casa, la cual queda a pocos metros de aquí, sin palabras estaba parada delante de aquel señor, el mismo me extendió su mano invitándome a sentarme, ahora formaras parte de esta familia, siéntate y te mostrare como llegaste hasta aquí.

-La principal razón es debido a que no le prestaste atención a los consejos de mi vieja amiga, Carmen, es la única que me ha visto y aún no está entre nosotros, recuerdas aquella noche que llegaste a mi casa, la familia que vivía allí era la mía, somos lo de la tragedia que todo el pueblo cuenta, quedamos condenados al exilio espiritual, debido a que mi alma la ofrecí a cambio de dinero, pero no cumplí con el acuerdo, por lo menos para estar en este lugar tengo que ampliar lo más que pueda este grupo de persona, para tratar de poder librar algún día nuestras almas y descansar en paz, al salir te seguí, es la única forma de marcar a mi siguiente víctima, y tu sin duda me indicaste el camino, tu familia se acostumbrara sin ti, ya que ahora perteneces al mundo de los muertos, y antes que preguntes como lo hacen todos al llegar. ¿Por qué la noche oscura? Solo la oscuridad me permite abrir el portal entre lo vivo y lo que está por fallecer.

Solo en ese momento entendí lo que me había sucedido, entonces quienes me lean es posible que le ha sucedido lo mismo que a mí.

Autor: @atilio50