Saludos, queridos lectores. Hoy vengo con una frase poderosa y a la vez comprometedora: ¡No te rindas! Es una invitación a la constancia y, a la vez, una llamada al compromiso. Si me acompañan, en las siguientes líneas profundizaremos en esta idea.

La vida es como una paleta de colores. Hay diferentes tonalidades y para todos los gustos, colores claros y oscuros, brillantes y opacos. Hay toda una escala cromática para escoger. Ninguno es bueno, ninguno es malo. No hay mejor ni peor. De esta manera, la vida se nos presenta con sus luces y sus sombras, con sus instantes afortunados y lleno de felicidad y aquellos que nos desgarran el alma. Hay días llenos de monotonía y hay eventos extraordinarios. Las cosas son lo que son y no siempre tenemos el poder de cambiarlas, lo que podemos modificar es nuestra actitud.

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Es humano sentir que desfallecemos y querer rendirnos. Cuando sentimos que nuestras fuerzas nos abandonas y no vemos salida tendremos la tentación de renunciar y dar marcha atrás e, incluso algunos, en una situación patológica, podrían pensar en acabar con su propia vida.

Este es un momento de caminar a ciegas. Quizá conviene hacer una breve pausa para considerar los hechos. Quizá avancemos con pasos muy cortos, tanteando entre las sombras para no caer. Quizá dudemos, pero no nos rindamos.

El recientemente desaparecido Stephen Hawking, físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico, considerado una de las mentes más brillantes de nuestro siglo, utilizó una metáfora para explicar que aún en los momentos de mayor oscuridad es posible hallar una luz.

“Las cosas pueden salir del agujero negro tanto al exterior como a otro universo. Por eso, si sientes que estás en un agujero negro, no te rindas, hay una salida”

Creo que este científico puede enseñarnos mucho más que ciencia considerando que pasó la mayor parte de su vida prácticamente paralizado debido a su padecimiento de esclerosis lateral amiotrófica. Sin embargo, él mismo afirmó:

“Aunque fue un infortunio ser diagnosticado con una enfermedad motoneuronal, he sido afortunado en casi todo el resto de las cosas”.

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Como ya antes había reflexionado en mi artículo titulado: ¡Agárrate!, necesitamos afianzarnos, en esos momentos de oscuridad, de los pilares que sostienen nuestra vida. Podríamos mencionar algunos de ellos, como, por ejemplo: la fe. Para algunos, la certeza de la presencia de un Ser superior que acompaña cada paso dado, es una columna inquebrantable de la cual asirse con fuerza. Otro pilar del que nos aferramos es el amor, el que nos profesan nuestros seres querido y el que sentimos por ellos. El amor es siempre una fuerza que sostiene incluso en los peores momentos. Otro pilar puede ser el compromiso con la misión personal, ya sea el sostenimiento de la familia, los hijos, o alguna labor social.

No te rindas. Busca tu aliento. Haz una pausa. Reza. Acude al afecto de quienes te quieren y aceptan más allá de las circunstancias. Vuelve a lo esencial, eso que no se ve a simple vista. Y todo, en su debido momento, volverá a su cauce, y aunque el río cambié su lecho y las cosas no sean como antes, siempre tendrás una oportunidad de recomenzar, de hacer las cosas bien, de ser feliz.

Quiero incluir, antes de despedirme, unas líneas de un poema atribuido a Mario Benedetti, titulado justamente "No te rindas":

No te rindas por favor no cedas,

aunque el frio queme,

aunque el miedo muerda,

aunque el sol se ponga y se calle el viento,

aún hay fuego en tu alma,

aún hay vida en tus sueños,

porque cada día es un comienzo,

porque esta es la hora y el mejor momento,

porque no estás sola,

porque yo te quiero.

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Deseo agradecerles a todos tomarse el tiempo de leer estas líneas. Particularmente quiero agradecer a la comunidad @cervantes, por su apoyo a uno de mis artículos y el apoyo a todos los posts de habla hispana en general. Recuerden, amigo, no se rindan… y sigan escribiendo, no se desanimen, Steemit es una buena oportunidad de crecer. Hasta un próximo post y por aquí seguimos.