Como seres humanos tenemos la dicha de adaptarnos a todo

Aún recuerdo la risa y la sensación de libertad que pude experimentar desde los 6 años a los 18 años de edad; esa linda sensación de creer tenerlo TODO... donde nada más importa, donde la única responsabilidad es mirar con cierta ignorancia las responsabilidades de los más grandes, donde lo más más importante es tu familia, tus amigos y la escuela. Esa sensación de libertad con felicidad queridos amigos, es la esencia pura en acción y hoy escribiré al respecto.

Quiero comenzar contándoles que a mis 18 años de edad tuve un accidente que me hizo estar el resto de mis días en una silla de ruedas; un viaje para acampar con un grupo de "amigas" en la playa, un clavado sin medir las consecuencias de mis acciones, trajo como resultado que golpeara mis manos, cabeza y cuello contra la arena, lo que se tradujo en una lesión medular que hizo que a partir de allí hubiese en mí, un cambio físico radical... situación que me hizo actuar sin consciencia alguna en pro de mi bienestar como persona. Tuve que adaptarme a una nueva vida, valorando en todo momento los pequeños detalles de la vida, amando mucho más a mis seres queridos (familia y amigos).

¿Pero qué fue lo que hizo que mi actitud estuviera a favor del cambio?

¡La respuesta es la esencia! Sí, esa esencia que quedó intacta, la misma que he tenido siempre y la misma que me hizo ser feliz de pequeño y, la que me mantiene sonriente de grande. Si hay algo de lo que podemos aprovecharnos los seres humanos para salir airosos de todas las situaciones que nos toca vivir es de la esencia, esa marca de fábrica que con el pasar de los años se refuerza con los valores inculcados en casa.

Es totalmente cierto que en lo más adentro de nuestro ser podemos identificar lo bueno de lo no tan bueno, así como también podemos saber qué es lo que debemos hacer para aprender de cada situación.

En mi caso, fue la esencia sumada al amor de familia y a la determinación lo que me dio la valentía de seguir adelante; esto fue lo que me permitió poder sentir que más allá de mis nuevas "limitaciones" podía seguir con los mismos planes que tenía antes de mi accidentes... ¡Fue maravilloso poder saber que mis planes de vida continuaban!

Como ven... es totalmente cierto eso de "querer es poder", pero sobre todo "poder es vivir"

Como seres humanos estamos destinados a la tarea de transitar por un largo camino que a fin de cuentas llamamos “vida”, para unos la visión de ésta es muy fácil para otros no, independientemente de lo que nos toque vivir, la única arma que nos regala este andar es sólo la manera de “poder” enfocar para luego asumir la “actitud” correcta ante cada situación que el camino nos presenta, puede ser más el sencillo o el más complicado, pero saldremos airosos únicamente enfrentando con gallardía, tolerancia, paciencia, dedicación, amor y ganas, todas aquellas circunstancias que al final nos darán el aprendizaje necesario para poder seguir conquistando cada peldaño, que acumulados en triunfos nos dará la herramienta indispensable para formar con bases sólidas, el éxito de cada una de nuestras metas.

Es por esto que pienso que sólo con “ganas” se puede lograr cualquier cosa y, que exclusivamente es cuestión de actitud el querer aplicar ese “poder” de querer ser los mejores y obtener los frutos de quien realmente somos, explotando al máximo el protagonismo de nuestras vidas, dándole una trama enriquecedora que nos lleve siempre a un desenlace lleno de grandes triunfos, forjados por el valor de los pequeños detalles que el camino nos brindó.

Mi secreto fue poder aferrarme a lo que sentía, ¡esas ganas enormes de querer seguir adelante con mi vidas! Obviamente mi familia fue el complemento fundamental y apoyo en todo momento. Poder ir paso a paso, sin mirar lo que faltaba por conquistar (mi independencia) me hizo disfrutar y valorar cada instante. 

Estudié mi carrera de Comunicación Social, experimenté poder trabajar en medios de suma importancia, pude tener mi vida social sin ninguna limitación, viaje, tuve unas cuantas novias, me preparé para poder tener independencia económica y hoy disfruto de poder tener mi propia casa, la cual comparto con mi novia y junto a ella criamos a una linda niña.

Como ven... ¡Los seres humanos tenemos la dicha de adaptarnos a todo! 

NOTA: Me despido contándoles con qué fue lo único que mi esencia no pudo... No pudo con el duro golpe que me fracturó la cervical número 4 del cuello, esa fractura hizo que quedara en silla de ruedas. Así que tengo la responsabilidad de prevenirlos y decirles que piensen muy bien a la hora de realizar algún clavado, ya sea en playas o piscinas... porque estoy 100% seguro que las consecuencias pueden ser serias o fatales.

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