Hay muchas actividades que me gusta realizar. Algunas las mencioné en mi publicación de presentación y entre ellas se encontraba la escultura. Como comenté entonces, mi experiencia con este arte es pobre ya que he realizado muy pocos trabajos, entre ellos; pipas, dijes y lo que les presentaré hoy; Varitas. Estas están inspiradas en la famosa saga de Harry Potter, la cual es mi saga favorita de todos los tiempos (y me imagino que la de algunos de los que leerán esta publicación). Hasta ahora he hecho tres, pero solo mostraré una; La Varita de Saúco.

Para los que la desconocen, la varita de Saúco es una de las tres famosas Reliquias de la Muerte, su origen se narra en "El Cuento de los Tres Hermanos" y es la varita más poderosa que existió jamás en el universo de Harry Potter. Durante casi toda la saga, estuvo en manos de Albus Dumbledore y no fue hasta la sexta entrega cuando éste fue asesinado y pasó a otro dueño.

La forma en la que empecé a tallar en madera no es diferente a la forma en que empecé a pintar con acuarela. Se dio casi de la misma forma; período de vacaciones, itinerario de actividades terminado, aburrimiento, ocio, etc. La diferencia es que en esta ocasión, lo que vi fue un "palo de escoba". Si, de escoba. En ese momento llegó la inspiración y concebí la magnífica idea. Entonces:

• Busqué una imagen modelo que pudiera utilizar para guiarme:

• Tome el cuchillo más filoso que encontré y empecé a dar tajos a la madera.

Como es de esperar, no disponía (ni dispongo aún) de herramientas especiales para el tallado de madera. Eso hizo que el trabajo fuera muy incómodo, pero como estaba decidido a terminar lo que había empezado, no me rendí.

Estuve prácticamente todo el día trabajando en ello. La madera resultó ser más dura de lo que imaginé y eso requirió mucho más esfuerzo de mi parte. Al final del día, estaba muy cansado, sin mencionar que tenía las manos adoloridas y llenas de ampollas. En mi inexperiencia, no preví el uso de guantes y me los puse cuando ya tenía unas cien formadas (demasiado tarde). Pero a pesar de todo, estaba satisfecho, había logrado darle forma al menos:

Recuerdo que eso lo hice a finales de año, luego tuve que viajar para continuar el semestre en la universidad y no fue hasta las siguientes vacaciones que continué con el trabajo (lamentablemente no cuento con las fotos del progreso en esta parte. En ese momento nunca pensé que me sería útil haber capturado el proceso):

• Seguí tallando hasta hacerla más delgada. Tenía que hacerlo con mucho cuidado, puesto que podía quebrarse si lo hacía de forma brusca.

• Lo siguiente fueron los agujeros en las zonas engrosadas de la varita, para lo cual utilicé un taladro.

Fue más fácil de lo que pensé, aunque durante todo el rato, tuve miedo de taladrarme una mano o peor, cometer algún error que arruinara la varita, jaja.

• Para el color, use una pintura marrón que mezclé con negro hasta conseguir mas o menos el tono que necesitaba. La apliqué con mis manos para darle el aspecto de rama seca. Solo use el pincel para los agujeros. En el mango, utilicé una pintura plateada y luego dibuje el símbolo característico en dicha área y el siguiente fue el resultado:

La experiencia de tallar esa varita fue extremadamente satisfactoria. No solo incursioné en otro tipo de arte sino que reiteré una vez más, que podemos lograr cosas magníficas si realmente nos lo proponemos.