Sobre "Un cuento de navidad" (1843) de Charles Dickens

Para estos días tan especiales he decidido releer una de las narraciones que más me gusta sobre la época navideña, una breve novela escrita por el fantástico escritor inglés Charles Dickens.

Les dejo una foto que tomé de la edición que conseguí en la biblioteca, que aunque tradujeron el título como "Canción de navidad" me gusta más la acepción que tiene la palabra "carol" en inglés como cuento, en lo que respecta a este texto de Dickens.

De Dickens siempre me ha fascinado eso tan humano y especial que tienen los narradores decimonónicos, como Víctor Hugo, Balzac o Dostoievski, que son capaces de levantar del papel a personas que podemos acompañar en sus vivencias como si fuesen de carne y hueso, y eso hace el autor inglés también con esta narración.

Ya desde el prefacio me encanta esa manera tan amigable con la que el autor confiesa que espera que esa historia de fantasmas nos mantenga en un estado anímico acorde a las fechas de navidad, y que nos haga sentir bien con nosotros mismos, con los demás y que queramos seguir compartiendo con esos fantasmas que él ha creado sin mayor problema.

Por supuesto, a todos nos gustan las historias de fantasmas y aquí esta divertida y conmovedora historia se inicia con algunas precisiones sobre el primer fantasma que se le aparecerá a Scrooge, que es el de su antiguo socio, Marley.

Y esas primeras frases ya apuntan a un relato gracioso y humorístico, que no por ello nos resultará menos emotivo y cálido. Pero antes de la llegada de los tres fantasmas restantes, uno de los momentos más hermosos del cuento es cuando su sobrino defiende el valor de la época navideña, ante la mezquindad y hosquedad de Scrogge respecto a la significativa fecha:

Y me resulta muy lúcida la defensa que enarbola el escritor inglés en boca de su personaje para expresar como estos días de diciembre son propicios para que los seres humanos nos ablandemos de corazón y veamos a nuestros semejantes como personas que nos acompañan en el viaje que todos hacemos desde el nacimiento hasta la tumba, y no como extraños que no tienen nada que ver con nosotros.

Luego se le aparecen, después del fantasma de su socio, el fantasma de las navidades pasadas, mostrándole como fueron las navidades de su infancia, en las que era un joven solitario pero rodeado de amor y bondadoso, el fantasma de las navidades presentes, que le muestra cómo va a pasar el día de navidad uno de sus empleados, Bob Cratchit, que aunque pobre posee una familia tierna y amorosa, entre los que destaca un hijo pequeño que está enfermo, Tim, así como también este fantasma le mostrará la noche de navidad en casa de su su sobrino que celebra un día junto a los suyos con gran alegría y entusiasmo.

Finalmente se le aparece el fantasma de las navidades futuras con un paisaje desolador en el que muere el pequeño Tim, el hijo de su empleado Bob Cratchit y sobre todo en el que muere él mismo y los que lo rodean se abalanzan sobre sus pertenencias como buitres.

Por último Scrooge se despierta (por suerte) cuando comienza el día de navidad y estos fantasmas lo han cambiado, así que corre a enviar a su empleado el pavo más enorme que encuentra, y sorprende a su sobrino apareciendo para acompañarlos la noche de navidad.

Creo que el mensaje más importante que este cuento nos deja es el de que mientras aún tengamos tiempo, hagamos lo que podamos por ayudar a los demás, porque sólo está en nuestras manos que seamos personas mejores durante el breve tiempo que compartimos sobre la tierra, con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros allegados.

Y es un mensaje valioso y significativo para la época de Dickens y también para la nuestra.

Feliz 2021 para todos.