Un amor, una noche III (Final) | Relato
Capitulos anteriores: Capitulo 1 y Capitulo 2
Me preocupé un poco, las calles no son muy seguras, sin embargo, ella estaba sujeta a mi brazo de tal forma que no podía demostrar inseguridad. Llegamos a la plaza de los suspiros, nombrada así por la historia romántica que dio origen a su construcción. Nos sentamos en la fuente, ella me miró con admiración diciendo:
—Gracias, me sacaste de mi torre -asemejando al hecho a un cuento de hadas-
—No –Sonreí-. Tú me salvaste de una noche bastante aburrida.
—Es una pena que solo tengamos esta noche para nosotros –dijo.
Fuente de la imagen
No encontré conexión alguna a su comentario pero añadí: —Yo vendré a verte mañana.
Y ella sonrió con sarcasmo exponiendo mi inocencia, se acercó tanto para besarme, como en toda película romántica que había visto. El tiempo se detuvo y el ruido de la fuente desapareció trayendo a la obra el sonido de mis latidos. Me impactó el cambio desde el minuto en que me aproximé a su mesa comenzado un repudio del cual nunca conocí fundamentos, hasta llegar a este beso impredecible. Al término me obsequió un papel con la condición de no leerlo hasta mañana, asumí que era su teléfono o dirección así que estuve de acuerdo. Me dijo que la acompañara al bar, solo que antes de entrar me detuvo y me dijo: —Fue bonito conocerte –sonrió y cerró la puerta-
Sin otra cosa que hacer quedé allí desconcertado y regresando a casa. Fui tan abofeteado por la circunstancia que al pisar mi hogar me quedé dormido. Al despertar en la mañana recordé aquel papel, ilusionado por verlo busque mi chaqueta, rompiendo el encanto al leerlo:
“Como un evento de infortunio o ironías de la vida, te diré que esa chica que conoce toda tu rutina, soy yo. No sé si sabes mi nombre, me llamo Mercedes, me mudaré a causa de mis estudios. Fuiste una mágica casualidad, te conozco por lo que le pregunto a tus amigos y las veces que te observé, espero logres tu objetivo de sacar a tu hermano menor de la cárcel, pese a que es inocente, convencer al jurado de ello no será fácil. Además, sé que no te importa los títulos, sino el amplio uso de tu conocimiento, por eso vas a esas clases y no te inscribes en la universidad. Me parece que serías mi pareja perfecta, aunque eso es parte de mi imaginación de niña adolescente. Lamento que tu madre haya muerto de cáncer, sé también que buscas una explicación, me gustaría apoyarte, tal vez en un futuro vuelva y te encuentre en el mismo vecindario o yo termine enamorándome en otra ciudad. Te doy gracias por ser la fantasía de mi juventud. La fantasía más bonita que he tenido. Me despido y quizás sea un adiós, solo quizas. Pero no sin antes recordarte que las señales no deben ser ignoradas y sé que a partir de ahora le prestarás más atención. Espero seas feliz, si no es conmigo ya no importa, pero te deseo éxitos en busca de ese amor que tanto negaste desde un principio. Te extrañaré, pero espero volverte a encontrar”
Y así terminó, despidiéndose, sonando a un ''adiós'' y deseando un ''hasta luego''. Señales, eso fue ella, pero yo ignoré la realidad y ahora la estoy pagando. ¿La volveré a ver? ¿sería inteligente de mi parte buscarla? ¿a pesar de los años y de haber contando esta pequeña historia, si la busco me aceptará? ¿estará feliz? no lo sé...
Pero mi vida no fue la misma después de haber leído la carta, fue el amor en una sola noche.
© Copr. 2020 Jhunior Pavan
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