La adolescencia es el tiempo transcurrido entre la niñez y adultez, representa una edad crítica porque el proceso de maduración condiciona el comportamiento y provoca algún tipo de alteraciones psicológicas, en esta etapa se manifiestan cambios hormonales que dan cabida a cambios físicos, originando en quien los experimenta, conflictos internos.

En la adolescencia, los chicos empiezan a pensar de forma propia, su pensamiento crítico empieza a agudizarse y empiezan a sufrir desequilibrios afectivos, su meta fundamental es establecer su identidad de adulto, por lo que necesita averiguar quién es. No es un niño, tampoco un adulto, y esto los hace altamente vulnerables, se siente frenados por sus padres y esto puede llevarlos a mostrar rebeldía, de allí la importancia de inculcar valores en la niñez y fortalecerlos en esta período.

Los jóvenes que transitan por esta etapa, se encuentran en la búsqueda de su identidad, a través de los valores que trae y de los que va forjando con su desarrollo, recibiendo la influencia de sus iguales, pretendiendo en ocasiones ser más capaces que los padres o adultos a cargo, desean ser independientes y al darse cuenta lo dependientes que son genera en ellos conflictos y enfrentamientos con ellos, con las costumbres y con la sociedad en general.

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Piensan que todo debe ser cuestionado, les cuesta ser empáticos con quienes no son sus iguales, dependiendo de su personalidad y a pesar de lo dulces que puedan llegar a ser, muestran actitudes excéntricas y despresiativas e ignoran en muchos casos la ayuda y opiniones que se les ofrece.

Ante este panorama los padres se cuestionan por su labor, y les cuesta saber como accionar para apoyar a sus hijos, ya que el comportamiento de estos no es el esperado. Como recomendación les puedo decir que ellos necesitan libertad para actuar, pensar y decidir, ¡claro! todo en su justa medida, necesitan ser escuchados y respetados.

Los adolescentes son seres humanos en búsqueda, tratar con ellos no es tarea fácil, pero tampoco imposible, debe existir flexibilidad para lograr un equilibrio entre lo que se les permite y lo que no, sin olvidar que estamos formando ciudadanos para el mundo, con sentido crítico y valores para la vida, así que para ellos debemos tener un poco de paciencia y mucho amor.

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Hasta nuestro próximo encuentro

 

 

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