Las burlas puede ser motivo de depresión || Mi historia

En el año 2015 había comenzado mi primer trayecto en la universidad, como todo siempre hay materias que requieren de bastante compromiso y estudio. Me gusta ser esa chica aplicada que colocan de ejemplo como la más estudiosa, sin embargo muchas cosas se salieron de control en mi cuerpo causado por tanto estrés y ajetreo en la universidad. Pase varios meses seguidos sintiendo que mi cuerpo algo tenía, me llenaba de emociones tan rápido que podía ser cuestión de bipolaridad. Llegaba a mi casa y sin sentido llorar porque el televisor estuvieses apagado, si, años después veo que era bastante tonto pero en ese momento era bastante importante, nadie sabía cómo yo me sentía.

Pasaron los días y mis emociones estaban a flor de piel sobretodo la tristeza invadía completamente mi pequeño cuerpo, comencé a ver mis clavículas asomarse, podía contar los huesos de las costillas de ambos lados, veía mis pómulos más salidos de lo normal, camisas muy anchas, pantalones con botas de vaquero. Ya va, me comencé a mirar en el espejo y me dije “Esta no soy yo”. Tomé rápidamente un peso que tenemos en casa, y ahora creo que fue la mejor cosa que pude haber hecho, aunque en ese momento para mí fue como desplomarse, como sentir que algo está fuera de control y es inevitable poder controlarlo.

Al montar mis pies en el peso pude ver reflejado un número bastante bajito, si bien yo no soy de contextura gruesa siempre he sido delgada pero no para mostrar cada uno de mis finos huesos. Sí, me desplome en llanto, sali corriendo hacia donde estaba mi mamá sin parar de llorar. Solo me tomaba la cabeza y me decía “Calmate por favor, ¿Qué tienes?”, el llanto no me dejaba explicarle a mi mamá que era lo que estaba pasando, como pude le explique que yo estaba demasiado flaquita y que yo no quería eso. Si bien soy una chica que come mucho dulce y por herencia quizás podía tener diabetes, que ese era un mayor problema.

Fuimos a varios especialistas buscando un diagnostico que nos pudiera calmar la incertidumbre que teníamos. Descartamos alguna enfermedad ligada con el azúcar y la anemia por tantas horas de sueño que tengo. Al llegar a un endocrino la doctora sin dar muchas vuelta ya sabía que tenía “Hipotiroidismo”, ¿Qué es esto? Es cuando tu cuerpo deja de producir hormonas y por ende el metabolismo se vuelve mucho más lento, es causado por el estrés trayendo como consecuencia las emociones fuertes,perdida de cabello, perdida de peso, sueño y así como una posible depresión.

Me mandaron a comer merengadas, dietas específicas, y hormonas en pastilla para comenzar a producirla de nuevo. Y es que en este país todo es una odisea, medicamentos, comida, todo. Visitábamos farmacia por farmacia y en ningún sitio encontrábamos esas hormonas, volaban como pan recién sacado del horno, las veces que contábamos con la suerte de conseguirlas le vendían a mi mamá una sola caja. Y bien me acuerdo una vez que no quisieron vendérsela, mi mamá lloraba y solo decía “Por favor, es para mi niña”, pues claro muchos pensaban que era una pequeña de 8 u 10 años de edad, y aunque en ese momento tenía 18 años, las madres siempre nos verán como si fuéramos sus bebés.

Hubo momentos en que no quería seguir asistiendo a la universidad, hay gente que no sabe qué tan mal se puede sentir otra persona por un simple comentario que se pueda hacer. Escuche tantas cosas como: “Agárrate que vas a volar”, “mira y tú no comes”, “estas detrás de la ambulancia”, “cuando te abrazan es como abrazarme a mí mismo”… Me desmotivaba, por casi año y medio deje de hablar con mis amistades, no salía, no asistía a reuniones, me avergonzaba verme en un espejo, no me arreglaba, de verdad me sentía fea y por lo visto era lo que muchos pensaban de mí.

Y es aquí después de un largo año entendí que hay comentarios que no son para nada sanos, habrán otros que los digan de la boca para afuera, otros que quizás los digan con muy mala intención y así podemos seguir contando. Sufrir de depresión no es lo más bonito y tampoco tener que escuchar tantas cosas que posiblemente me pudieran hacer más daño. Pero aprendí que no hay que escuchar comentarios ajenos, hay que comenzar a quererse a sí mismo y a creer en que vales, porque si uno mismo no lo hace nadie más lo hará por ti.

Muchas veces debemos hacernos oídos sordos a muchas cosas, no nacimos para complacer a los demás. Estamos en un mundo donde criticar es mejor que dar una mano a alguien que lo necesite, porque de eso nos valemos creemos ser grandes, dueños y señores pero de la boca para afuera. No sabemos qué tan mal este una persona y con una simple burla o chiste que a nosotros nos parezca lo más gracioso, terminamos de destruirlo. Tanto que podemos llevarlos a puntos extremos, las drogas, el alcoholismo y hasta el simple hecho de tomar una soga y ahorcarse.

Hoy por hoy doy gracias a Dios que poseo una familia que me apoya y jamás me abandonó, puedo decir que me considero una persona feliz que por no tan notable que sea mi testimonio pueda ayudar a otros a salir de lo que sientan, una de las mejores formas de drenar y mantener la mente ocupada es el deporte. Sal y diviértete, disfruta. Sea 10 minutos caminando eso te va a dar estabilidad a nivel mental, vas a drenar todo lo que sientes.