Una tarde con la poetisa Miriam Sánchez Perdomo

Invitación realizada por la Casa Andrés Mata, de la ciudad de Carúpano

Miriam Sánchez Perdomo y el poeta Sixto Hernández
¿Pero quién es Miriam Sánchez?

Reseña biográfica de Miriam Sánchez
La antropoética busca promover una nueva ética que permita a la humanidad enfrentar los desafíos del siglo XXI, buscando la armonía individual y la comunidad; y recuperando la poesía de la vida.
A través del enfoque antropoético, el "yo lírico" se mira a sí mismo como "alguien que se hace humano día a día", pero también "se aume como una muñeca rusa de vidas pasadas". Y hacernos conscientes de eso lleva tiempo. Un tiempo que no es secuencial, sino caótico, que va y viene como las olas del mar, que nos hace apreciar las palabras dichas unas y mil veces con nuevos significados y que, a su vez, nos hace cambiar nuestra visión del mundo, de la vida, de lo que éramos y de lo que ahora somos.
Quisiera compartir con ustedes el poema Nadie y yo escrito por Miriam Sánchez Perdomo:
Cuando crees que nada te sorprende
Nadie te sorprende. Aunque en persona no conozco a Nadie.
Le tengo más admiración que a Alguien,
Por aquello, tan absurdo, que escucho por doquier:
"No eres Nadie", lo que es obvio y evidente,
Pues él es él y yo aún indago... ¿Quién soy?
Jeremías en 1.8 afirma con contundencia
"No le tengas miedo a Nadie"
En verdad, no se lo tengo.
Mas podría ser un vehemente chismoso,
Del que provecho podría sacar,
Porque Nadie me lo dijo,
pese a mis intentos de deducirlo yo.
Infiero su afán de protagonismo,
Cuando en público se presenta, según cuentan,
Agitando voz y manos, todo lo que tiene:
"¡Soy nadie para todos, mucho gusto, es un placer!"
Exquisito, sin duda, debe ser, pues con frecuencia escucho:
"Esto no le gusta a nadie" y yo, por si su confianza gano,
Confirmo que, en efecto, del montón Nadie no es.
La palabra "Nadie" es una categoría gramatical que significa "ninguna persona". Sin embargo, "Nadie", con letra mayúscula, paradójicamente, puedes ser tú, yo, él, ellos y todos... ¿Acaso no te has llegado a sentir "Nadie" en algún momento? ¿Y cuándo eso ha pasado qué has sentido? ¿Dolor, pena, decepción o alegría?
Quizás las respuestas sean relativas, de acuerdo con las circunstancias:
¿Qué tal si un día desobedecemos a nuestros padres y nos escapamos a una cita amorosa y a ese lugar llega papá o mamá?
Lo ideal, sin duda, sería convertirnos en "Nadie" y no ser vistos por ellos.
En ese caso, "ser nadie" nos ayudaría a escaparnos en una "tunda de palos".
Pero, no sentiríamos lo mismo, si deseáramos llamar la atención de alguna persona y, sin remedio alguno, pasáramos desapercibidos ante su presencia. En esas circunstancias sentirnos "Nadie" nos afectaría mucho emocionalmente, ¿no lo creen?
Sin embargo, si nos detenemos a analizar un poco estos términos: "nadie" y "alguien", nos daremos cuenta que ser "alguien" nos obliga a sumergirnos en el mundo de las presiones sociales y de las etiquetas; mientras que ser "nadie" nos motiva a encontrarnos a nosotros mismos; nos invita a hallar nuestra esencia y nuestra razón de ser; pero no por los demás, sino por nosotros mismos.
Al respecto, diría que "Nadie" siempre se encuentra en proceso de construcción; nunca se considerará "obra acabada". Por eso, mientras un poeta que se crea "Nadie" siempre tendrá la posibilidad de ver, sentir y crear; pero, si por el contrario, se cree "Alguien" vivirá de su "ego" y ya su poesía perderá la magia de lo auténtico.
Celebro el haber conocido a Miriam, un poeta "Nadie" que descubre a diario la grandeza semántica de las palabras, y regala sin mezquindad su saber a los lectores "nadie" que hay en el mundo.
Nota: Todas las fotos fueron tomadas con mi teléfono Tecno Spark 2024.


Saludos sol
Tuviste una gran tarde llena de poesías y conocer a Miriam Sanchez, una gran poeta como tu dices.
Sin duda esta comparación es tal cual
Es difícil sentirse asi, lo he pasado pero es muy cierto que es mejor ser nosotros mismos sin etiquetas sociales como mencionas, pues prefiero ser "nadie", no lo había visto de esa manera.
Hoy aprendí algo y gracias a tu relato.
Saludos y abrazos.
El sentirnos "Nadie" siempre nos ayudará a crecer, será como una semilla, que en potencia es un árbol, pero si no lo cultivamos se perderá en la tierra. En cambio, cuando nos sentimos "alguien", algo de nosotros se apaga, quizás las ganas de luchar y fortalecernos internamente.
Gracias por leer y dejarme este comentario tan lindo.
Gracias por el apoyo, @josepha. Me siento honrada de recibirlo.