Un reloj sin manecillas

La vida quedó en suspenso. A ratos rota, otros completa.
Mas siempre con amor intenso, el que hace la existencia perfecta.
¿Dónde quedaron mis pasos de fraternidad?
¿Donde aquellos instantes de felicidad?
¿Dónde los sueños de inmensidad?
En el camino andado resultó la respuesta,
en aquella poesía de ese tierno poeta,
que por ser muy joven tenía miedo de hablar,
y escribió letras hermosas para hacerme inspirar.
En esas canciones atemporales siempre cantadas…
Recordadas y nunca olvidadas.
En esos abrazos eternos de mi madre,
Y en la sonrisa que se llevó el viento… de mi padre.
Pendiente de un reloj sin manecillas me observo.
Esperando el tiempo lento que todo lo cura,
las horas no pasan y lo contemplo.
La esperanza compañera simultanea todavía conservo.
No quiero dejarle una grieta a la amargura,
ni un rastro que seguir a la tristeza,
para que nunca me alcance acompáñame la ternura,
Estoy apoyada a la paz del alma y su grandeza.
Ya no rio, ni lloro, ni hablo, ni sueño, ni pienso.
Es como caminar sobre nubes eternas,
la espera infinita de la certidumbre me susurra… aguarda las horas serenas,
Pronto llegará tu deseo a la cumbre.
Mientras cada día siento… que respiro … en suspenso.
Invito a: @oneray