Se convirtió en mirada

Tres ancianos con un zorro, 1914

Como tres piedras ancestrales, inmóviles y frías, ellos estaban allí, sentados en la orilla.

Observaban con cierta fascinación los movimientos precisos del zorro que merodeaba cerca.
Habían desarrollado el don de comunicarse sin palabras, su experiencia ya no requería de ellas.

Sus miradas se cruzaban, y sus gestos sutiles, casi imperceptibles, los hacían más intrigantes.

El zorro, medía la distancia y con su pata parecía escribir sobre la arena sin perderlos de vista.

Durante un momento el silencio envolvió todo y el tiempo se detuvo. El zorro miró fijamente al más anciano de los tres.
Luego se dio la vuelta y desapareció como si ya hubiera vivido su momento.

Solo había dos hombres en el lugar. El mayor ya no estaba.

Los lugareños cuentan que en lo alto de la montaña que bordea el pueblo, cuando brilla la luna, puede verse a un zorro de mirada brillante y los movimientos cansados.

Los otros siguen esperando en silencio, en el mismo lugar compartiendo miradas.

Invito a participar a los amigos: @sol02, @gemamedina y @jesusnunez