Hola a todos los participantes de la Comunidad #Venezolanossteem. Acudiendo al llamado de nuestras amigas @marcybetancourt y @solperez y agradecido por su labor para llevar esta comunidad hacia adelante, les traigo mi primer post para este consurso.

En la tierra llanera se oyen en cada conversa, cada cuento, cada historia, que a veces, dependiendo del narrador, los pelos se ponen de puntas, o a veces simplemente nos roban una carcajada por lo jocoso del relato.

La anécdota de la Bola de fuego es una de esas historia que nos permite meternos en ese mundo del más allá y en segundos poner nuestra piel de gallina.

De acuerdo a uno de los relatos que de niño pude escuchar, dicen que esta bola de fuego suele aparecer en horas nocturna, después de la media noche.

La forma de esta bola de candela inicia muy pequeña y poco a poco, mientras se desplaza en diferente forma, de un lado a otro, va creciendo; algunos incluso dicen que hasta toma forma media humana, como de alma en pena que suplica.

Uno de mis amigos de andanzas, testimonió haberla visto: “Aquella noche era sin luna, muy oscura, el viento helaba la piel y movía los árboles con tanta fuerza que se columpiaban de un lado a otro. Era una noche del mes de Abril; de vez en cuando se escuchaban ruidos nocturnos que aunque fueran de animales, parecían salir del mismo infierno.

Y cuando estaba en la mitad de la sabana de Guanarito de cacería, vi cómo se acercaba aceleradamente una ráfaga de fuego, que aunque no expedía calor, si irradiaba una profunda luz intermitente y giratoria y lleno de miedo empecé a rezar padrenuestros y Avemarías y uno de mis compañeros de caza, me pidió que me callara y me explicó que la bola de fuego solo se puede ahuyentar con malas palabras y maldiciones, porque las almas que se han perdido, como en el caso de la bola de fuego, si se le reza, buscan la clemencia del que ora, y no se aparta de ella”.

Y justamente aquí está el origen de este espanto, de acuerdo a muchos relatos, la bola de fuego es el resultado de un hijo que maldijo a su madre, siendo un obispo, un hombre de Dios y desde ese momento su alma se perdió por semejante pecado.

Dicen que la bola de fuego, no es del toda maligna, pero si la persona que la llega a ver se deja atrapar por ella, su alma queda encantada y nunca llega a ser la misma persona.

Así que si llegas a ver en tus paseos nocturnos una luz al final del camino, o es la bola de fuego que viene por ti o te ha llegado el final.