Una imagen, una historia

  La escritura creativa es un arte literario que requiere de constante estímulo y, es aquí donde una imagen tiene el poder de impulsarnos a crear una narrativa que concentre emociones, diversión y reflexión, para así conectar mágicamente con nuestros lectores.

  Debido a lo anterior, la dinámica que nos trae nuestra amiga @franyeligonzalez es ideal para fomentar en nosotros el hábito de la escritura y, me siento muy feliz de participar en la iniciativa. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

—¡Rockoooo!. —grita Pablito desesperadamente

  Un enorme tronco le ha caído encima al pequeño can que estaba disfrutando de su siesta en el jardín. Los padres de Pablito salen rápidamente tras escuchar el impacto y grito cuando ven que Rocko está tendido en un charco de sangre, mientras el niño intenta quitar el torso.

  Ante aquella escena tan desgarradora, Inés abraza a su hijo para calmarlo. El tronco es tan grande y pesado que, Pedro le pide ayuda a un vecino; al retirarlo, se percata que las patas traseras de Rocko están gravemente heridas y, decide llevarlo inmediatamente al veterinario. Entre palabras sollozas, afirma que no ve nada bien a la mascota, entristeciendo aún más a su hijo.

—Quiero ir con ustedes. Dice Pablito entre balbuceos. Hijo, es mejor que nos esperes aquí— Expresa Pedro colocando su mano sobre la cabeza del pequeño.

  Pero, Pablito insistió tanto que, sus padres terminaron cediendo ante la petición del niño. Para él, Rocko es su mejor amigo y, así como el perrito estaba con él cuando se enfermaba, él quería estar para esa noble mascota que día a día llena su vida de alegría.

  El veterinario al ver el estado crítico de Rocko da la orden de trasladarlo al quirófano, porque la cirugía es lo único que puede ayudar a mantenerlo a salvo. Desde que inicia la operaración de la mascota, el paso del tiempo se siente una eternidad para Pablito y su familia... Las lágrimas no dejan de inundar las mejillas del niño.

—La vida de Rocko está fuera de peligro, pero perdió el 95% de la movilidad en sus patas traseras. —dice el veterinario

  Entre sentimientos encontrados, Pablito está seguro de que Rocko se va a recuperar y, dice que él lo ayudará de la misma manera en que él lo hizo cuando tenía fiebre. Sus padres, conmovidos con la reacción del pequeño, hacen un gesto de asentamiento.

  Las semanas avanzan como relámpago. Rocko finalmente regresó a casa; para el veterinario, la salud del can es estable, pero Pablito asegura que su mascota necesita más ayuda, porque no ladra y tampoco quiere jugar, por lo que le pide a sus padres que lo lleven al parque.

  Desconcertados por la petición de Pablito, le preguntan para qué van a ir al parque si Rocko no tiene la fuerza necesaria en sus patas traseras para movilizarlas y, acaba de decir que no quiere jugar. Seguro en que puede ayudar a su perrito, pide que confíen en él... Es tan persuasivo que, con un par de miradas embriagadas en ternura, convence a sus padres.

  El cielo está tenido de naranja; un grupo de niños juega en los columpios y, otros corre de un lado a otro... El escenario se viste con algarabía, pero Rocko no da señales de alegría. Pablito, lejos de desanimarse, pasa su mano por la cabeza del can y, con un tono de voz meloso le dice que él es el mejor superhéroe del mundo.

  Pablito acuesta a Rocko sobre la arena y, lanza la pelotita favorita de su mascota. El impacto logra espavilarlo... Comienza a buscarla y al verla rodar sobre la pista de carrera que ambos habían hecho durante las prácticas de súper carreras, se levanta lentamente. Sus patas tiemblan como gelatina, pero él insiste.

—¡Vamos súper Rocko! Tu puedes... Corre, corre, corre. —es la porra motivadora que grita Pablito y su familia

  Derribando todos los pronósticos de negatividad, Rocko vuelve a correr con fuerza y velocidad; tal como lo hacía antes del accidente. Pablito feliz de ver la recuperación de su mascota, se acerca a él para abrazarlo; sus padres impresionados y emocionados por lo sucedido, reflexionan en la importancia que tiene conocer muy bien a alguien para ayudarlo a levantarse después de una terrible caída.

  Aunque esa tarde Rocko volvió a ser el mismo, para Pablito y sus padres, hubo un cambio trascendental entre ellos, ya que la admiración que sentían por su mascota, aumentó al punto de que, siempre contaban lo maravilloso que es tener un perrito en casa, porque los superpoderes que tienen incluso ayudan a que el humano aprenda a ser más amoroso y solidario.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!