En matemáticas!
No soy muy buena en las matemáticas, pero me he dado cuenta a través de los años que uno más uno no siempre es igual a dos. Que vamos por la vida dividiendo, sumando, restando y multiplicando buenos y malos momentos.
Pero que sumar por sumar no vale de nada si de amor se trata, porque nunca se debe de obligar a querer a quien no te quiere.
Que andamos buscando ser un signo igual, como si nuestra vida tiene que ser igual a la de otro, cuando en realidad se trata de ser nosotros mismos sin necesidad de aparentar lo que no somos, tenemos que ser lo más lejos posible de ser lo que ya es el montón.
Por eso yo a ti te invito a que restemos y no sumemos las cosas malas que han pasado en nuestras vidas, a que me enseñes de matemáticas y yo te voy enseñando de amor, tú enséñame a sumar muchos besos y yo te enseño a darlos con pasión y lujuria, usted encárguese de sonreír que yo me encargo de multiplicar esa hermosa sonrisa.
El asunto con las matemáticas de la vida es que solo se aprenden con el tiempo y viviendo cada día