"Steemit Challenge s28wk3: When Hope Returns || "Cuando vuelve la esperanza"

Ronny estaba de mal humor y se sentía desesperanzado, ya que había tomado una larga licencia de su trabajo tras una ruptura sentimental y estaba seguro de que no volvería a tener ninguna relación con nadie. Ese día estaba sentado en el balcón, observando cómo la ciudad seguía su curso habitual, mientras se enfrentaba a una extraña tormenta interior.

Sus amigos dejaron de llamarle al cabo de un tiempo, y el silencio se convirtió en su único compañero. Se despertaba tarde, se quedaba mirando al techo y se preguntaba si el amor no había sido más que una trampa del destino. Había aprendido la lección. Estaba seguro de que nunca volvería a tener otra relación. La desesperanza se apoderó de su vida.

Una mañana, mientras paseaba por un parque, Ronny vio a un jardinero podando las ramas de un árbol que parecía muerto y no tenía hojas.

Sintió curiosidad y le preguntó: «¿Por qué está trabajando en un árbol seco?».

El jardinero sonrió y respondió: «Este árbol volverá a florecer cuando llegue la primavera».

Esas palabras le impactaron profundamente mientras volvía a mirar el árbol. El árbol estaba desnudo, sin color, sin hojas, pero el jardinero tenía una fe inquebrantable en sus palabras.

A partir de ese día, comenzó a pasear por el parque todas las mañanas. Poco a poco, algo cambió en su interior. Empezó a fijarse en pequeñas cosas, como el olor de la tierra húmeda o el calor de los rayos del sol después de la lluvia. El dolor ya no lo dominaba. Semanas más tarde, con la llegada de la primavera, el mismo árbol floreció con suaves flores rosadas.

Ronny volvió al trabajo sintiéndose tranquilo por primera vez en meses. Conoció a una nueva compañera, Nina, que acababa de incorporarse a su equipo. Su risa le recordaba a su antiguo amor, Sameera, pero era más tranquila, genuina y llena de vida.

…continuación…

_{Imagen generada con Canva IA}
Ronny comenzaba a ver a Nina muy atractiva pero su corazón aún no se recuperaba de su profunda tristeza. Sameera le había dejado un gran vacío, su ruptura había sido abrupta. En su cabeza aún rondaba su confesión aquella mañana otoñal:

– ¡Ronny, debo decirte algo que no querrás oir..! – al tiempo que hizo una pausa para volver a tomar aliento y proseguir.

– ¡Ya no siento lo mismo por tí, mi amor se ha desvanecido, no puedo explicarlo, no quiero estar más a tu lado! – dijo con firmeza.

– ¡No te creo! ¿Qué hice mal para que me digas eso? ¿Qué te está pasando? – Respondió Ronny con gran incertidumbre.

– ¡No te culpes, tú has hecho las cosas bien! ¡No eres tú, soy yo! mi decisión es irreversible.

Ronny no se resignaba pero su insistencia era ignorada por ella con la misma frialdad que enmascaraba en su mirada. En este punto, la conocía bien y no daría marcha atrás en su decisión. Ella se mudó y no se dejó volver a ver.

La tranquilidad de Ronny era solo apariencia. Nina ahora se presentaba en su vida como un rayo de luz, justo en un momento de desesperación cuando lo encontró llorando calladamente en su oficina en la hora de descanso.

– ¡Ronny! ¿Estás bien?

– No lo sé, Nina. Comencé a sentir repentinamente una gran aflicción en mi pecho que me agobia sin control. Viene a mi mente la imagen de Sameera que no puedo evitar, algo no anda bien, siento un gran vacío – expresaba Ronny con la voz quebrada.

Nina trataba de consolarlo y sin saber los motivos, aquellas expresiones de sentimientos profundos abrían su corazón y minaban inexplicablemente su alma, reconociendo su dolor como propio. Desde entonces, ella sentía aquella extraña e irresistible sensación de querer estar a su lado.

Al final de esa misma tarde, Ronny recibía una llamada con voz temblorosa que anunciaba una devastadora noticia:

– ¡Ronny, mi hermana Sameera…falleció esta tarde fuera del país! Te enviaré un sobre como su última voluntad.

Ronny, estaba en shock, vivía su peor pesadilla, su aflicción se desbordaba con sus recuerdos juntos y una gran incertidumbre.

Nina se enteraba por las notas de duelo de las redes sociales, se acercaba a él para brindarle compañía y un abrazo de consuelo.

En la mañana siguiente, Ronny recibió con manos temblorosas el sobre que contenía una carta manuscrita:

¡Querido Ronny, cuando leas esto sabrás que mi tiempo ha terminado!

Tenía que mentirte sobre el amor y mis sentimientos. No hubiese soportado que estuvieras a mi lado presenciando mi deterioro causado por un cáncer terminal que me diagnosticaron poco antes de dejarte. Por eso me alejé para que pudieras vivir sin el tormento de verme partir.

¡Consérvame en tu recuerdo. No te culpes, sé que sabrás perdonarme!

Los tiempos de Dios son perfectos, encuentra tu primavera Ronny, de alguna manera allí estaré, mereces ser feliz.

¡Con todo mi amor…!

Sameera.

Ronny derrumbado con la carta empuñada en su mano, trataba de asimilar ese golpe de verdad arrolladora. El sacrificio de Sameera le dejaba una paz agridulce y al mismo tiempo un dolor profundo por su decisión.

Fue un día muy difícil para Ronny, su corazón estaba hecho añicos, necesitaba estar solo, para asimilar el dolor y la aceptación de la pérdida. Nina lo comprendió y se despidió. Ronny se quedaba repasando cada línea de aquella carta impregnada de amor, sacrificio, perdón y liberación que requería su comprensión para seguir adelante.

Pasaron varios meses, necesitaba salir de casa para respirar otro aire antes de regresar a su sistemática vida. Pasó por el parque encontrando al señor jardinero que le saludaba efusivamente. Estaba trabajando en el mismo árbol pero ya no estaba seco y asomaba los primeros vestigios de la primavera.

Ronny sintió una gran necesidad de contarle la historia de Sameera. El jardinero le dijo:

¡Oiga joven! En este árbol el invierno terminará pronto y renacerá la primavera. Así mismo es la vida, deja fluir tu dolor porque éste es el abono de la esperanza, de esta manera, la primavera florecerá en tu corazón.

Estas sabias palabras resonaron en Ronny ayudándole a comprender el mensaje de Sameera:

«…encuentra tu primavera Ronny».

A lo lejos Ronny escuchaba una voz de una hermosa mujer que gritaba su nombre. Ronny sonreía después de mucho tiempo y decía al jardinero:

– ¡Creo que la primavera ha estado tocando a mi puerta todo este tiempo…!

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Ronny corre a un encuentro que la providencia le había reservado para unirse en un solo abrazo con Nina porque los caminos de Dios son perfectos.

¡Gracias por su visita!