Es cierto que el miedo muchas veces nos paraliza y nos vuelve inmóviles en medio de una situación que puede ser peligrosa o de alto riesgo en nuestra vida. Sin embargo, no podemos permitir que la inmovilidad nos neutralice y nos haga incompetentes para actuar en medio de esa situación.

Tenemos que poner en práctica el principio de la acción.
Si experimentamos un tipo de miedo, ya sea grande o pequeño, lo primero que debemos hacer es mantenernos firmes y luego buscar la respuesta a la siguiente pregunta: ¿qué tipo de acción puedo emprender para superar mi miedo?

Es importante definir en qué consiste tu miedo y luego tomar la acción adecuada.

Un amigo mío me dijo una vez que se avergonzaba de su aspecto personal. En realidad, esto le hacía tener miedo de relacionarse con la gente. Tenía miedo de que se burlaran de él.
Lo cierto es que le sugerí un tipo de acción para afrontar y superar su miedo. Le sugerí que buscara mejorar su apariencia personal buscando un lugar donde pudiera hacerse un buen corte de pelo ajustado a su edad y personalidad. Mejorar sus zapatos y su forma de vestir la ayudaría mucho y, sobre todo, le recomendé que se viera mejor manteniendo su humildad. No necesita necesariamente llevar ropa nueva todo el tiempo, sino un espíritu de valentía que la ayude a valorarse y a mejorar su imagen.

Siempre que te enfrentes a un miedo, mantente firme, define cuál es tu miedo y actúa para superarlo.