Realmente los nervios lo pueden dominar a uno al punto de dejarlo sin palabras en algo que hemos preparado con mucha pasión. Seguramente Adriana no pensó en la cobertura que su campaña tendría y al verse en un espacio repleto de parlamentarios y de representantes de la prensa a quienes debía exponer sus ideas, que a su vez estas ideas serían vistas por millones de personas en diferentes países, tuvo un bloqueo emocional, más que por miedo, por el efecto, la relevancia e importancia que sus palabras tendrían para convencer al parlamento de aprobar de inmediato la ley.

Para dominar los nervios y evitar "congelarse" hay muchas estrategias, respirar profundo, visualizar, pensar que se habla delante de un espejo, imaginar que todos son mascotas o peluches y que está practicando su discurso.

Que bueno que Adriana pudo superar su situación y convencer a todos de promulgar la Ley.

Gracias por publicar en nuestra comunidad, le deseo un hermoso y productivo día.

Saludos.

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