Una carta al Cielo - CONCURSO/SEMANA 37/CARTA AL CIELO

Este es un Concurso muy emotivo, apreciada @solperez, además de mover las neuronas mueve los sentimientos.

Nací en una familia de 10 hermanos, dos se han ido (así acostumbramos a decir en Venezuela cuando las personas fallecen, evitando decir se murieron), un hermano (el mayor de los varones) y una hermana, la mayor de todos. A esa hermana, Carmen, quiere escribirle con el corazón, pero lo dejaré plasmado en esta carta del concurso.

Gracias, @solperez, porque iniciativas como ésta van más allá de una publicación, de un concurso, para entrar en el terreno de lo espiritual y si se quiere de lo psicológico al adentrarse en las necesidades individuales de cada persona.

MI QUERIDA CARMEN

Aunque fue mucho, muchísimo lo que compartimos mientras te disfruté con vida, siempre hay cosas que desde los recuerdos me faltó agradecerte. Y cosas por las que me faltó pedirte disculpas.

Hermana mayor, hermana-madre, en muchas oportunidades sentí en tu cariño y protección el refugio de la madre, pues el trabajo de mamá la mantenía muchas horas fuera del hogar y muchas otras, trabajando intensamente en la casa. La muerte de papá, a mis escasos cuatro años fue un golpe bajo de la vida. Y desde la madura visión de hoy, entiendo la fuerte responsabilidad que debieron sentir Fredy y tú, en su posición de hermanos mayores, para los otros ocho hermanos.

^{Fuente 1 (https://pixabay.com/es/photos/chico-a-cuestas-hermanos-ni%c3%b1os-1846236/)}

Por ser el varón más pequeño, porque la Beba aún era una bebecita, recuerdo que todos me cuidaban, pero cada uno tenía su estilo y el tuyo, mi recordada hermana-mamá era dulce, cariñoso, protector. Te sentía como una almohada en la que reclinar la cabeza cuando algún malestar me aquejaba o cuando alguna preocupación me agobiaba.

Allí estabas siempre, para los juegos y los regaños, no siempre para las tareas pero sí para esos regalos que hacen la delicia de los niños: las chucherías. Cuando empezaste a trabajar, disfrutábamos de tus obsequios y esperábamos inquietos tus llegadas, los días de pago.

^{Fuente2 (https://pixabay.com/es/photos/bebe-enfermera-ni%c3%b1a-2367500/)}

Cuando supe que había llegado tu hora y sabía que tú lo sabías, casi no podía hablarte y me resultaba difícil estar en tu presencia, pero me gustaba mucho tener tu mano entre las mías. Me parecía que tal vez pudieras recibir así el calor de mi afecto, ausente de palabras.

Decirte adiós no fue fácil, porque fue un adiós a mi segunda madre. Así lo sentimos los pequeños y yo en especial. Cuando llegaron tus hijos, mis queridos sobrinos, ya habías ganado el sabor de la maternidad y la experiencia maternal, con nosotros, los cuatro menores. Lo expresaste con tus palabras, en la cercanía del último adiós y las guardaré en mi recuerdo hasta el próximo encuentro. Pero junto a los recuerdos amargos, están los de los momentos felices, los de los juegos y risas.

_{Fuente3 (https://pixabay.com/es/photos/ni%c3%b1os-jardines-oto%c3%b1o-tocar-1879906/)}

Espero que esta publicación cumpla con todos los requisitos y que sea de su agrado
@venezolanos. Va al 15% a favor de la comunidad.