Amigo mío, te pido disculpas por mi tardía lectura y respuesta. Mi vida ha sido arrastrada por un remolino de emociones que ha trastocado mis dinámicas de vida.
Tu hermana-mamá debe estar feliz de haber sembrado tanto amor en ti, su hermano-hijo; el dueño de su primer aprendizaje maternal, el que saboreo su afecto más infantil y maduro a la vez.
Yo también fui criada por una hermana-mamá, quien apenas me lleva 10 años de diferencia. Aún la tengo a mi lado; yo le digo: Que le robé su inocencia. Ella me responde: Que no es verdad, que más bien le regalé la oportunidad de amar de un modo indescriptible.
Siento que Carmen también te diría lo mismo.
Esta carta me conmovió de un modo particular. Gracias por participar. Suerte en el concurso.