La escritura es un portal que nos conecta con el mundo mágico de la imaginación, donde dimensionamos el poder que tiene lo verosímil e inverosímil de la vida. En lo personal, me encanta entrar en ese mundo creativo; por ello, me uno a la dinámica de nuestra amiga @solperez . Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

—Amor, la noche está perfecta para ir a cenar en tu restaurante favorito. —dice Pietro al acariciar el rostro de porcelana de Dora

  Emocionada por la invitación de su esposo, Dora le da la instrucción a su mucama de buscarle el vestido que trajo de París. Para ella, es la ocasión perfecta de lucir una prenda exclusiva diseñada a su medida. Por su parte, Pietro también hace lo mismo y decide hacerse una limpieza de cutis... Ambos están conscientes de que deben brillar más que un diamante.

  Parte de la crema y nata de la ciudad también ha dicho presente en el restaurante; oportunidad que Pietro y Dora van a aprovechar para ser la sensación del lugar, por lo que ella termina de ajustar su espléndido vestido, toma el brazo de su marido y, con un rostro altivo, entran al lugar acaparando inmediatamente la atención de todos los presentes.

—¡Wow!. —es la expresión que ha retumbado en el restaurante cuando Dora y Pietro entran

  Con la mirada de todos sobre ellos, Pietro y Dora se sientan en la mesa principal. Para iniciar con la cena, piden canapés y coñac; mientras que la delicadeza los caracteriza, evidencia que han tenido los mejores profesores de etiqueta y, aunque están rodeados de la élite de toda la ciudad, gozan de un nivel de elegancia superior.

  El repentino sonido de unas castañuelas cambió la atención central en el restaurante. Las miradas de admiración ya no están sobre Dora y Pietro, sino en una pareja de bailarines españoles que han llegado a cenar y, para agasajarlos, los recibieron con ese sonido tan peculiar.

  Instantáneamente, Pietro y Dora notan que ya no los están observando. El rostro fruncido de ambos evidencia el descontrol que sienten y, después de apuñar una servilleta, Pietro le dice a su esposa que los observe de pie a cabeza para que le diga qué es lo sensacional que tienen porque él no lo ve.

  Miradas iban y miradas venían mientras el tiempo seguía avanzando. La atención se mantenía sobre la pareja española, al igual que las murmuraciones de Dora y Pietro. Ellos no entendían por qué tanta admiración hacia alguien que estaba en un lugar refinado luciendo un atuendo tan casual, y sus conversaciones eran de donar dinero a organizaciones benéficas.

—Cariño, vámonos ya, porque si seguimos aquí, nos contagiaremos de lo corriente. —dice Dora cuando ve que la pareja de bailarines comienza a comer el pollo sin usar los cubiertos

  Horrorizado, Pietro se levanta de la mesa bruscamente. El coñac y los canapés caen al piso cuando él hace ese movimiento; las miradas vuelven a los que querían brillar más que un diamante, pero la risa, murmuraciones y señalamientos les genera la sensación de que se están burlando de ellos.

—Durante años, nos hicieron sentir inferior y que jamás brillaríamos como ustedes, pero gracias a estos jóvenes, descubrimos que la sencillez es vivir bien y cada quien tiene su propio brillo. —exclama uno de los socios del banco de la ciudad

  Presionados por la situación, Dora y Pietro salen corriendo sin dejar rastro de ellos. La crema y nata de la ciudad que estaba en el restaurante aplaude fuertemente durante varios minutos; para ellos, ganaron la batalla del siglo, porque finalmente extinguieron el germen de la superioridad que los tenía apabullidos desde hace varios años.

  La apariencia no volvió a ser una actitud dominante en la ciudad. Las reuniones ya no eran para lucir los mejores atuendos ni modales aprendidos, sino para disfrutar de momentos valiosos junto a amigos y familiares; hábito que se había perdido cuando Dora y Pietro llegaron a la ciudad para impresionar con sus atuendos exclusivos y belleza física.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!