Unión y fuerza

  Utilizar las letras para crear un relato, es una auténtica obra de arte que, nos lleva a conocer lo mágico que es la literatura, porque a través de una redacción expresamos o reflexionamos sobre emociones que exploramos durante el transcurso de la vida.

  En lo personal, la escritura es un elemento artístico que me ayuda a comprender y disfrutar con más fervor la esencia de la vida. Por ello, disfruto integrarme a la dinámica de nuestra amiga @solperez . Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  La crisis laboral está a punto de llegar al colapso y, el desempleo cada vez es más amplio. Al día, cierran tres o cuatro fábricas industriales y las posibilidades de que pronto vuelvan a abrir sus puertas, son nulas, porque no hay liquidez suficiente para comprar materia prima debido a la ausencia de ventas que tienen las empresas.

  Durante varias décadas, la ciudad Luz se destacó por ser la región más importante a nivel industrial y, la decadencia que está teniendo llevó a que su última fábrica cerrara diez meses después del día que comenzó la crisis. En todos los tabloides se leen titulares de terror y, la agonía de los ciudadanos se hace sentir cada vez más.

  Unos días después del cierre total, los trabajadores de las diversas fábricas fueron citados para entregarles la liquidación. Algunos la reciben con gran algarabía, pero otros tienen lágrimas en sus ojos y exploran el agrio sentimiento de la frustración, porque no aceptan que sea imposible llegar a una solución para el problema que desató la crisis laboral.

  Desde cierta distancia, el jefe del personal de la fábrica de alpargatas, observa a todos los trabajadores que están hablando del caos laboral. Ve que todos tienen buena condición física y, lo que le pareció más interesante es que, tienen ganas de trabajar arduamente para salir adelante.

—Tengo una idea y sé que si todos nos unimos, podemos triunfar. —dijo José en voz alta y con tonalidad esperanzadora

  Las miradas que desnudan se dirigieron rápidamente a él. La intriga los está carcomiendo y José, al notarlo, les dice que para comenzar, pueden trasladar madera a la ciudad vecina y, en vista de que en la región de Luz se da la mejor, el negocio será un éxito seguro.

  La idea de José no les parece mala y, comienzan a medir el grosor de sus brazos o el nivel de fuerza mientras le dicen que están listos para comenzar, pero un par de ellos lo que hacen es fruncir el ceño y lamentarse, porque consideran que es un trabajo muy fuerte, además de que aseguraron que la crisis laboral tarde o temprano los volvería a tocar.

—¡Dejen la negatividad! Si nos unimos, tendremos la fuerza suficiente para nivelar el trabajo. Manifestó José, entre gestos de molestia—. Si nos quedamos de brazos cruzados, la crisis también nos quitará la vida —dice Antonio mientras le tiende el puñito a uno de los pesimistas

  Entre ideas acertadas y otras descartadas, el grupo de trabajadores se ha organizado para distribuir las actividades laborales que van a realizar. Tres días después, tienen la madera lista para llevarla a la ciudad vecina y, antes del amanecer, los que creyeron en el proyecto de José, estaban en el Ford 350 que alquilaron para trasladar la mercancía.

  La algarabía se puede sentir en el ambiente y, al llegar a la ciudad vecina, unen sus manos para expresar que en la unión está la fuerza. Organizados en grupos de tres, se distribuyen para abarcar gran parte de la región y, José les dice que hasta no vender el último lote de madera, no podían regresar, porque la idea principal era comercializar todo.

  Se comienza a aproximar el ocaso y, cada grupo llega al punto de encuentro de manera gradual. Estando todos, un extraño silencio los embriaga, pero unos cuantos segundos después, el grito de victoria se alcanzó a escuchar en otras calles. La alegría solo indicaba que habían vendido todo y, en varios aserraderos, les hicieron grandes pedidos.

  De aquel grupo de desempleados, se formó una empresa de madera exitosa que, le dio la oportunidad a la ciudad Luz de recuperarse. Centenar de personas lograron tener empleo en esta nueva fábrica y, los fundadores siempre decían que, una crisis puede ser el camino perfecto para buscar otra oportunidad que los lleve a mejorar, solo es cuestión de creer y estar dispuestos a unir fuerzas.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!