Por una comida puedes perder una posicion o ganarse una
Las comidas o banquetes en la Biblia han sido motivos de bifurcación, donde una persona es bendecida o puesta en una posición en particular y otra, a su vez, es desechada del mismo.
Un ejemplo de ello está en que Esaú perdió su primogenitura y su bendición por una comida, mientras que Jacob se la gano GN 25: 27-34.
La salida de la reina Vasti y la entrada de Esther al palacio, son unidos por un banquete ofrecido por el Rey.
Tanto Saúl como David fueron ungidos como reyes en medio de un banquete.
El caso de Daniel y sus amigos, quienes ganaron una posición privilegiada en el reino, por encimas del resto de sus compañeros, simplemente por no comer del banquete del Rey.
Juan el bautista, perdió literalmente la cabeza en un banquete.
y judas Iscariote fue desechado en medio de una comida.
Reflexión: cuando te sientes a la mesa del Rey pon cuchillo a tu garganta y mide bien tus palabras, porque ese día probablemente serás exaltado o humillado.