CONFESIONES DE UNA ATEA (PARTE I)

Si es cierto me confieso atea; a pesar de mis muchos intentos para tratar de comprender lo que nos dicen desde niños hoy debo sincerarme y decir lo que siento. Desde hace muchos años he tenido una búsqueda espiritual intensa, intentando responder preguntas como: ¿Por qué hay tantas injusticias, maldad, enfermedades, guerras, pobreza, entre otras muchas mas cosas? ¿Por qué son tan comunes? expresiones como: Dios lo quiso así, si Dios quiere, gracias a Dios. Acaso los miles de seres humanos que mueren en guerras, las incontables enfermedades que surgen a diario o todos esos niños que mueren de hambre y mengua son todos gracias a Dios o porque Dios lo quiso así.

Considero hipócrita el solo hecho de considerar a un Dios misericordioso, pero vengativo, amoroso, pero que te manda a las pailas del infierno.

El hombre a creado un Dios que no tiene ni pies ni cabeza, tan así es que no hay un solo Dios hay cientos , según el territorio, las creencias, pero sobre todo las conveniencias humanas.
Ese Dios o dioses, se convirtieron hace mucho en un negocio, donde solo uno pocos ganan, mientras otros se ciegan de fe y ponen sus esperanzas en hombres de carne y hueso igual que ellos.

Entendí que las religiones fueron creadas por el hombre para controlar las poblaciones y sacar el mejor beneficio de ellas.

Han matado en nombre de Dios, y lo continúan haciendo, han hecho grandes fortunas en nombre de Dios , vendiendo absoluciones y entradas al cielo.
No puedo creer en un Dios que fue creado a semejanza de un hombre vil y ruin.
Por eso me digo ATEA, porque no creo en ese Dios, formulado para controlar y juzgar.

En lo que yo creo va mucho mas allá, y ha sido la única respuesta clara que ha podido contestar las preguntas que hice al inicio de esta confesión.

Esta carta no es mas que el inicio de una historia, donde no se pretende imponer verdades,ni criticar pensamientos, es solo la iniciativa de alguien que como muchos de ustedes tiene miles d preguntas por responder.