Como seguir siendo femenina en Caracas y no morir en el intento
Bueno, a ver, no hago promesas que no puedo cumplir y no prometeré que este post sea profundo y de alto contenido filosófico. No. Hoy quiero compartir algo que puede parecer frívolo y superficial, pero, que honestamente a muchas de nosotras nos genera profundo sufrimiento en estos días tan difíciles en nuestra amada Venezuela.
Ante la escasez de productos no solo alimenticios sino de higiene personal, también el maquillaje, fragancias, pinturas de uña y afines han visto su noche oscura. Y creanme que para mi como mujer y de paso venezolana, ante todo lo que estamos viviendo, es una pequeña fuente de sufrimiento no tener estos productos. Si, si, si, falta azúcar, harina, harina pan (harina de maíz), medicinas, repuestos para los carros, si, faltan muchas cosas que son básicas pero, también es muy necesario tener champú, crema de dientes, desodorante, y ¿por qué no? algun perfume para no oler a lo que yo denomino: CO2 Nro. 5 es decir, aroma a tubo de escape de autobús destartalado, léase: transporte público. Hey, no me malinterpreten, no tengo nada en contra del transporte público, bueno nada demasiado grave, pues bien podrían prestar un servicio de calidad para los precios que ya están cobrando pero, este post, igual que el del metro que mencioné ayer, sera para otro día y exclusivamente para el transporte público.
Bien, sigo, hace un par de meses comencé a usar un perfumito y lo digo en diminutivo por lo pequeño del frasco, de la marca Esika, que me regaló en un arranque de profunda generosidad una amiga mía. Aquí voy a confesar dos cosas, 1) nunca había usado perfumes de Esika y 2) siempre consideré esta marca como de perfumes baratos. Cuando lo olí quedé fascinada por el olor, y lo empecé a usar con la creencia que es un perfume barato y que cuando se acabara podría reponerlo, pero, advinaron....no, no puedo reponerlo aún cuando si lo comparamos con un perfume de DKNY que cuesta medio millón de bolívares, si, como lo acaban de leer, medio millón de bolívares que obviamente yo, la hija de su mamá y su papá no los gana ni en mi sueños de opio, un perfume de Esika en 100 mil pues está barato, bueno, eso de acuerdo con la opinión de la señorita vendedora de catálogo de Esika. Pues no, tampoco puedo comprar ese del catálogo, sobre todo porque tengo hijos gatunos a los que alimentar y aun cuando quiera oler a bueno - tal vez tenga suerte y consiga novio si huelo bien - ellos no pueden pasar hambre.
Total que, añadiendo sufrimiento al que ya es habitual para los que vivimos aquí estaba sin perfume, oliendo a jabón y ni siquiera jabon Camay como dicen los Amigos Invisibles en la canción "Esto es lo que hay" <-- pincha aquí si quieres oir la canción, ok, sigo en mi disertación de cómo ser femenina en Caracas y no morir en el intento.
Una buena amiga mía conociendo mis padecimientos por estar ella en las mismas, me dice: "oye pero, ¿por qué no vamos a Obsession?" mis ojos se abrieron como dos paraparas, o sea enormes, pues en mi vida había ido a ese sitio. Total que nos fuimos y ¡Oh por Dios! que conste que no estoy haciendo propaganda, pero, si puedo dar pistas a otras mujeres para que puedan sobrevivir en Caracas o al menos para que puedan disminuir el sufrimiento ante la carencia de artículos de higiene personal, maquillaje y limpieza. Total que, si, hoy he pasado una tarde como una niña en Disney, claro, he de hacer varias aclaratorias, Disney chimbo, pues la mayoría de los productos son de imitación made in p.r.o que gracias a San Google, ahora sé que son hechos en China, y pues la crema de dientes se llama algo asi como Cresto y usa los colores de Crest ( cuentan las leyendas que aquí en Venezuela se podía comprar una crema de dientes cuya marca era Crest) y así todo, un champú que se llama Heado an shoulders imitación claro está y huele un poco a detergente lavaplatos, tambíen vi imitaciones de Clinique, y afines. Ciertamente no compré nada de eso pues afortunadamente todavía me queda un alijo secreto y bien escondido de crema de dientes. Pero, lo que si encontre para mi felicidad del día de hoy, fue una imitación de la fragancia de Esika, oh si, imitación tal como lo leyeron pero, de muy buena calidad, y no me quedó más remedio que estirar mis coditos de barney y soltar un tarjetazo macabro. Lo divertido de todo y por lo que di todas las vueltas que dí para llegar a esta anecdota, es que mientras abrazaba el splash de Vanilla Lace y decidía si soltaba o no los codos, y miraba el estante con los ojos del gato de Shreck, mi amiga me miraba con duda, y no decía nada, pues entendía mi sufrimiento, había otra mujer también mirando las fragancias y las cremas, y pos nos estaba viendo a nosotras también, y cuando susurré con voz casi quebrada: "¿Y si se lo cargo a la tarjeta?" Esperando que mi amiga me disuadiera de mi locura momentánea esta nueva amiga me dijo con profunda convicción y mirándome a los ojos: " Amiga: es para tí, date el gusto y cómpralo"
Lo confieso, la carne es débil, lo compré. Ahora seguiré oliendo a Vanilla Lace y no a CO2 Nro. 5 y seguirán elevadas mis probabildades de conseguir novio. Al menos si no lo atraen mis hermosos ojos, personalidad y etc, lo atraerá el olor a vainilla pensando que es un ponquecito caminando por las calles de Caracas.
Ay nena no elegía entre reir o llorar, pero opté por la primera opción. Realmente yo no dependo demasiado de maquillaje o perfumes, pero en los otros aspectos me identifiqué completamente. Te sigo 1 y 1000 veces si se pudiera jajaja.
gracias querida @laizaqc no creas que yo dependía mucho de maquillajes pero decidí que quería sentirme bien a pesar de todo lo que estamos viviendo en el país y para poder lograr eso me ayuda que me guste ver mi imagen en el espejo y pues, un poquito de maquillaje colabora mucho a no parecer un espanto...gracias por seguirme y te sigo ya también!
Que pena que la gente de Venezuela se tenga que ver en esta situación. Ya sé que la comida es lo más importante, pero un país tan rico en recursos que no pueda abastecerse de productos de higiene personal... La situación política está llevando el país a la deriva. Espero que se pueda solucionar pronto.
Te sigo para leernos!
Un saludo. :)
Gracias @resiliencia te sigo de vuelta y nos leemos, pues sí, escribía el post y pensaba caramba a veces la vida se nos quiere como poner difícil aquí en Venezuela y tenemos que hacer grandes esfuerzos para mantenernos resilientes y sanos emocionalmente.
Saludos!! :)
Jajaja @maludena no paré de reir! eso es algo característico de nosotros los venezolanos nos reimos de las calamidades! jeje pero es que lo cuentas de una forma que casi podía verte jajaja. Gracias por compartir tu experiencia y ya no oler a CO2 jeje. Cheers!
jajajaja pues si, nos ayuda a sobrellevar todo lo que estamos viviendo! gracias por pasar por aquì, saludos!