Contrángel

in #cervantes5 years ago

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Muy buenas a todos, y esperando que se encuentren bien. Esta noche les traigo un cuento breve de mi autoría que forma parte de un libro en el que ando trabajando hace mucho. Esperando seguir compartiendo con ustedes y también seguir leyéndolos. Buenas noches y feliz descanso.

De un lado a otro abanicaba, con cierta elegancia en sus maneras por supuesto, el aire enrarecido que constantemente se juntaba delante de sí. El sitio por ser una antigüedad merecía tales manías de un señor de su clase. Además, el mayor descubrimiento en la historia estaba allí, a pocos metros, en aquel otro lugar aún más caluroso y polvoriento. Delante, el arqueólogo aseguraba sobre su nariz los anteojos que pretendían caer cada rato. En la arena que cubría la entrada no había huellas: adivinaban en esto el fracaso de las otras expediciones, dejándoles a ellos la posibilidad de cerrar la búsqueda. Con un gesto el arqueólogo levantó la inmovilidad impuesta hace poco y avanzaron. Era el corazón del aristócrata un redoblante en el pecho. El avistamiento no pudo ser más estremecedor. Clavado en medio de la pared del fondo, con sospechosa disposición, estaba la razón de tantas inversiones, planes y alianzas hechas con los años. El pequeño hombre de ciencias se arrodilló y sus ojos se llenaron de lágrimas. Para el otro, la reliquia era la cúspide de una ya extensa y millonaria colección. Se acercó a la pared y lo tomó para constatar su naturaleza. Fue un instante divino en el que cosas maravillosas cruzaron por su memoria y su vida en comparación era un montón de minucias. Solo segundos duró el éxtasis. Luego creyó haber visto un ángel en mitad de la sala. Uno con tres ojos que lo miraba fijamente y lo recibía en una región astral. Todo tan rápido e inesperado, que solo alcanzó a ver, desde el suelo, las botas del arqueólogo huyendo de la escena.

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