Entre brisas y ventiscas esperaré a que te decidas (Escrito + collage)

in #cervantes7 years ago (edited)

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He estado frente a esta hoja en blanco por más de 15 minutos tratando de escribirte este oleaje de palabras que ni siquiera van a llegar a ti.
Que son solo un ejercicio para sacar a pasear lo amargo que ha sido tener tantos sentimientos punzocortantes desde hace 9 años dentro de mí.

Alguien me habló de lo terapéutico que es hacer este tipo de ejercicios, pero le insistí y le trate de explicar que contigo las cosas jamás van a dejar de sentirse como si lo hubieses hecho ayer o hace 6 minutos antes de escribirte esto.

Recuerdo la última vez que te atreviste a hablarme en persona, lo importante que fue sentarme a tu lado, y lo horrible que fue ver que no me miraste a los ojos ni un momento mientras me contabas como era tu vida ahora, una vida en la que claramente yo no formaba parte, y me heriste con cada frase que soltabas de tu boca como una lanza directo al pecho, justo para matar.

A pesar de no deberte nada a ti, cada vez que logro algo importante en mi vida recuerdo que no estás cerca para que me veas subiendo escalones. Esos mismos escalones que me dijiste que jamás subiría, que eran tontos e innecesarios, pero los estoy subiendo, y los seguiré subiendo hasta que te des cuenta que no eran sueños tontos de niña tonta y será muy tarde para retractarte.

No es rencor lo que trato de dejarte aquí, no es odio, ni rabia, ni mucho menos orgullo. Es dolor atravesado entre las costillas lo que me permite escribirte esto, lo que emerge del alma, del cuerpo y la mente cada vez que te pienso levemente.
Es un herida que está fresca a pesar de ponerle parches todos los días para que sane, pero sigue viva, ardiendo y doliendo.

He sido cobarde por las veces que me he quedado muda cuando te he tenido enfrente, pero el nudo que se me hace en la garganta es tan fuerte que prefiero callar en vez de llorar, por eso siempre lo hago, por eso siempre prefiero que me hagas daño.

No te odio lo juro, juro que no es odio, es que te extraño.
A pesar de las heridas que me causas con tan solo respirar y no venirme a abrazar en mis cumpleaños cada año y tampoco en navidad.

Ya han pasado nueve desde entonces, donde solo llamas, donde solo cuelgas y me dejas con el corazón en la mano detrás del teléfono hablando y esperando que me digas lo he querido escuchar desde que no estás, pero no pasa, nunca pasa, todo sigue igual.

Sé que a veces no he querido atenderte, pero perdón, solo lo hago para protegerme.
Hay días en los que no soy tan fuerte y fingir que no dueles, duele el doble. Perdóname.

Siempre voy a estar aquí, detrás del auricular o quizás sentada al lado en el autobús, esperando que sí, cuando se que no.
Nunca he abandonado la ilusión de que vengas a abrazarme de verdad, a mirarme a los ojos y a pedir que te perdone, aunque ya te perdoné, que te duele haberme dejado crecer sin ti, madurar sin ti, avanzar sin ti.

Un día te va a pesar no haber estado en mis graduaciones, en mis cumpleaños, cuando me han roto el corazón y cuando estoy en la sala escuchando la música que nos gustaba a los dos.

Ojalá el tiempo no te pase volando.
Ojalá la vida te lo diga fuerte esta vez para que escuches.
Ojalá pueda ser pronto.

Te amo.

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wowww hermoso todo. El equipo Cervantes con el contenido de calidad.

¡Muchas gracias por leerlo!

Se me aguó el guarapo, precioso escrito, Dayanita.

El rencor es veneno para el alma.

Gracias, amiga bonita.