¡Ave María Purísima! ¡Qué susto!
Varias cositas:
Irresponsabilidad total del terminal el haber "habilitado" una unidad con asientos incómodos y para dos vías. Barinas y Guanare.
El peligro reinante en nuestras carreteras. Yo viajé varias veces de noche a Barquisimeto, Maracaibo y Trujillo. Ahora creo que sería bastante riegsoso. Para muestras: lo que tú mismo narras en este post.
¿Qué hubiese pasado si la piedra fuera impactado a un bebé? ¡lo podría haber matado! Se leerá muy sensacionalista lo que expreso, pero una piedra puede atentar contra la vida de un ser humano. Pobre mujer que tuvo sufrió ese impacto en su rostro por culpa de un desadaptado. ¡Qué triste también en que no podemos confiar en nuestros efectivos de seguridad! Harto sabido es que algunos también son hampones. ¿En quién confiar? Es bien difícil.
Lo más triste: es que ni los bomberos tenían insumos de primeros auxilios para atender una herida. ¿Qué pasaría ante una catástrofe? No moriríamos por falta de insumos. Lo mejor: que esa curita y el alcohol estuvieron en el lugar indicado para palear el duro trance.
Buen relato, Héctor. Ojalá que este tipo de situaciones desaparezcan de nuestro país. No lo merecemos.
Lenys, muchas gracias por tus acertados comentarios. Sinceramente, estamos en una situación de decadencia total. Necesitamos rescatar esa Venezuela nueva. Abrazos!!