- APOCALIPSIS - CAPITULO II - CORRECCION
Tomé mis cosas y me dirigí al trabajo, uno de esos que no era como para alardear, pero ganaba suficiente como para sobrevivir y mantener a mi compañero felino, Baphy. Al ser un país tercer mundista, inicio la rutina de esconder mis objetos de valor a los ojos de los peatones que van a mi alrededor por temor de ser víctima de un robo, una vez más; El mismo ambiente negativo que se puede ver en el rostro, denotando que son personas arrastradas a la calle solo por necesidad, y sentir que aún viven, mientras que en las calles se podían observar desechos y baches, aumentando esa negatividad.
Aun par de manzanas del trabajo pude observar al mismo indigente que también iniciaba su rutina cotidiana con su pancarta de “salvación” y sus teorías de como un dios que nos observa y nos ama vendría a eliminar nuestros pecados por medio de la extinción de toda la raza y haciendo presencia para juzgarnos; Ya que simplemente no era la persona más conveniente como para hablar, decidí seguir mi camino al trabajo en vez de perder más tiempo con sus palabras.
Al haber llegado, pude ver que también era el momento de que yo iniciara mi ritual de la mañana, que consistía en agarrar aire y pensar positivamente que este día ya iba a acabar.
Lo peor de mi trabajo es que se trata de atención al público, y aunque me hubiese levantado con pie esta mañana, sabía que llegarían personas cargadas de problemas que, consciente o inconscientemente los transmitirían al más mínimo contacto. No puedo evitar pensar que las personas estamos insatisfechas y solo deseamos demostrar nuestra superioridad para sentir grandeza.
Luego de haber terminado mi jornada laboral decidí dirigirme a la plaza más cercana a fumarme un cigarrillo y observar por momentos a las personas que pasaban al frente dirigiéndose a sus casas con rapidez antes de caer la noche, ya que el transporte público terminaba su rutina antes de ésta por la inseguridad que nos rodeaba.
Mientras caminaba a casa podía escuchar los reclamos porque los sueldos eran insuficientes, y que nos encontrábamos en una situación que no se basaba en vivir, sino que en sobrevivir. Las pocas radios hablan de un desarrollo socio-económico que se encontraba en las noticias solamente, porque lo que en realidad se podía ver era otra situación totalmente diferente, justo así como la de una nación en guerra que, a diferencia nuestra, solo era causa de una mala administración por parte de personas ambiciosas.
Al llegar a casa baphy solo se acercó y me miró, dándome a entender que sabía de mi presencia; exhausto, solo le serví su comida y me dirigí a la nevera en busca de la mía, que me tomo 30 largos segundos recalentar, luego fui a encender el televisor para así sentir algo más de compañía en casa, hasta que el cansancio del día me obligo a irme a la cama.