Se presentó cierto acontecimiento un día de verano, en un pequeño pueblo rodeado de un vasto bosque que parecía nunca tener fin. Una pequeña niña aun inocente de sus acciones, se vio envuelta en un inoportuno accidente en el cual ciertas personas resultaron heridas, la niña inmediatamente sin mediar palabras fue acusada de causar dicho accidente, su madre que se encontraba con ella, no opuso resistencia alguna y dejo que se la llevara una muchedumbre molesta.

En los meses pasados hubo una gran disminución de los alimentos debido a que los cazadores empezaron a desaparecer, los aldeanos atemorizados dejaron de buscar comida y madera, el hambre se esparció y el frio mato a los menos afortunados. Los ricos se volvieron pobres y los pobres empezaron a morir poco a poco. Podemos decir que por esto la gente estaba molesta, obstinada, harta y molesta para acusar a semejante criatura pero los detalles no se conocen.

Llego el momento en que la niña seria juzgada por la persona de mayor poder en el pueblo, el alcalde. Este al estar igual que las demás personas, pregunto la razón del escándalo, pero al escuchar todo el ruido que generaba simplemente lo dejo pasar y se concentró en el veredicto. Se le considero a la niña como alguien toxico y una posible amenaza a la seguridad del pueblo, se le condeno al destierro en el bosque, en otras palabras la muerte.

Al momento de soltar a la pequeña niña, esta no dijo nada, solo volteo a ver a su madre que no movió ni un poco su expresión de indiferencia y simplemente se marchó. Armándose de valor, camino hacia el bosque, cuya niebla apenas te permitía ver donde pisabas. Mientras más caminaba, mayor era el sentimiento de soledad, ni un solo animal se escuchaba y un sentimiento de pesadez recorría su cuerpo, poco a poco se fue quedando sin fuerzas y la pequeña niña se desmayó en mitad del bosque.

Se despertó debajo de un árbol con hermosas flores y observo que a su alrededor, había una gran cantidad de manzanas, no perdió tiempo en pensar en otra cosa y se comió todas las manzanas en el menor tiempo posible. Al sentirse satisfecha, comenzó a pensar en cómo llego hasta ese extraño lugar y observo sus alrededores. Al fijarse en cierto objeto que se movía en la lejanía, se dio cuenta de que era un pequeño zorro que la miraba fijamente, mientras ella se acercaba, el zorro se alejaba hasta que se perdió en la espesura de la niebla.

La niña se dio cuenta que cada vez que se despertaba, tenía una gran cantidad de manzanas cerca de ella, como siempre se las comía y el zorro la observaba. Un día la niña intrigada por este acontecimiento, se quedó dormida como siempre bajo el árbol y al escuchar un ruido extraño, abrió los ojos, observo al zorro con una manzana en la boca que corría para colocarla cerca de ella, inmediatamente se colocó de pie y el zorro la observo como lo hacía usualmente, la única diferencia, es que este al parecer ya no se escondía, ella contenta comenzó a devorar las manzanas que su amigo siempre le daba.