Mi oráculo personal (carta número 1)
Eres una mujer de esas que no se podrían encontrar ni recorriendo todos los poemas del mundo.
Fugazmente siempre te sueño, a veces la voz, otras muchísimas en símbolos, en la escena misma de un mundillo onírico casi hecho a la medida de las dimensiones de tu mente, y en esos sueños tampoco me quiero despertar.
Lo mas curioso es que me encuentro presenciando a veces escenas reales que se parecen a los sueños a través de la esencia tuya que impregnaste o que nos compartimos , que entonces se vuelve tridimensional en mi memoria y al hacer de la pluma o el pincel un real órgano de nuestro cuerpo artistico.
Te veo en muchas partes, en muchas palabras y es grato, muy grato, el solo hecho de fundir el agua de mi pensamiento en tu lago inmenso adyacente en una particular parte de mi mente, en un sitio muy especial de hecho, en una pieza de mi composición, mi oráculo personal y amuleto del arte que sangra de mi alma, me hace encontrarme en ambos lados del reflejo y no me siento tan "perdido en el siglo", y se que entiendes, porque quizás te sucede algo asi (por lo menos) con una pizca de parecido.
Nada más me place que dejar al pensamiento llegar a su punto de ebullición y entonces cometer esa acción natural que distingue a la materia sentida y su cuota densa de energía, tuya y mía, adherida a la placentera herida del caos que concentramos en ciertos momentos que entonces saca la magia de su escondite y por ende aprender y revivir, imagínate como me hace sentir escribirlo y hacertelo saber, puesto que se que me escuchas, porque te muestro o mis palabras te cuentan un poco mas de lo que soy, que mas soy, a través de mis desiertos, otros senderos, de esa manera me tenés un poco mas, y expongo con todo esto una parte del fragmento repentino y espiritual que me sorprende a veces pensar, o pensarte.
Y si te sucede mas que una pizca, puede que esto sea un "retazo de plena humanidad" como bien dices, otro retazo de humanidad pero cargado de mucha humanidad, bastante.
Sigue siendo ese poema, el que no se podría encontrar ni recorriendo todos los poemas de los pensadores universales que envuelven nuestro mundo.