El día en que morí.
«No es sino destino del hombre soportar su suerte y apurar su cáliz.»
Todo se sucumbe
a mi alrededor, conmigo;
como un relámpago
que fulgura en el infinito.
Todo se diluye ante mis sentidos:
canciones, cafés, cayenas;
moras, morbos, margaritas;
pobres, porros, primulas.
...Y sonrío, siguiendo adelante
por el mundo de los sueños...
El nuevo mundo es una plataforma nueva,
más hecha de presentimiento oscuro y deseo que de fuerza viva.
Autor: Luis Bello.
Muy bonito.
Gracias!😘
Esa dimensión que da miedo, cómo sera? El dejar de suspirar y que todo se convierta en oscuridad...
Fascinante, sin duda