Orgasmo [Poema]
Me deleito recordando
mi boca de animal revoloteando
más allá de lo que era su cuerpo: mi creación.
Jugábamos a ser libres mientras la luna,
la aurora de todos los poetas callejeros
nos vestía el techo, y a nosotros, la sonrisa:
única silueta capaz de vestir la vergüenza.
Éramos gritos, gemidos y silencios:
Éramos el grito de un mudo, y su eco.
Éramos los gemidos de dos pájaros enjaulados.
Éramos los silencios disipándose con nuestras inhalaciones.
Desdibujabas mi cuerpo en la oscuridad,
mientras te metía en mis deseos,
perdiéndome entre enmarañadas quimeras: oyéndote.
Creando la presencia de innumerables planetas: inventándote.
Dándote la desnudez de una fértil frase «Te amo»,
mientras besaba tu vertical abdomen, sintiendo cómo enterrabas
las uñas cuando despegaba encima de tu vientre.
Quedándome extasiado por el olor que desprendía tu cuerpo,
encendiéndome junto a la noche, con cada beso;
con cada una de tus garras enterradas en mi cabeza,
así nos disipábamos uno sobre el otro.
Sintiendo como se desprendía cada partícula de sudor,
como nos abrazaba la misma ala, el mismo deseo,
como nos levantaba el vértigo y nos dejaba caer
en la cama: testigo de la ceremonia nocturna.
¡Y las grietas!
Las grietas de la pared que permitían
que entrase el viento con su aliento de ron casero,
embriagándome los deseos aquella noche de Junio.
Yo te observaba con mis ojos cerrados
en una oscuridad casi absoluta: sentía,
sentía la fuerza con que ella apretaba sus párpados.
El placer y el deseo como colegas
se estrechaban la mano,
uno intentándole asfixiar la palma al otro.
Sus muslos se hacían cada vez más trémulos
cuando tocaba su sexo con el marfíl de mi boca...
... Y sus pantorrillas cada vez vibraban más al ritmo del gozo,
hasta dejarla sin referencias mientras entre sus piernas
se destruía el mundo en una guerra de genitales —o de olores—.
Guerras de olores
se presentaban en mi nariz amatista,
cada vez que pasaba mi olfato por su sexo era un aroma distinto: a frutas, a todo lo prohibido.
Por primera vez en mi vida me sentí un coleccionista de aromas.
¡Un perfumista!
Mirá, muchísimas gracias por tomar en cuenta mi post. Será un placer seguir compartiendo mi trabajo con vosotros!🙌🙌
Nunca dejes de escribir :D sé constante y podrás llegar muy lejos n.n
Saludos.