Sobre-vivencia
Hace poco hice un viaje al estado Portuguesa, específicamente al pueblo de Ospino, donde vive mi familia. La situación con el agua en ese municipio es grave, desde hace meses que padecen la falta de suministro por tuberías y han tenido que recurrir a la creación de pozos para poder sobrevivir, no solo las personas de los barrios incluso las que viven en el centro del poblado se han visto en la necesidad de acudir a esta práctica.
Los pozos tienen una profundidad de 4 a 9mts, depende del lugar que se establece para cavar en búsqueda de la preciada fuente de agua subterránea. Las herramientas que se utilizan son picos, palas y tobos (para ir sacando la tierra del hueco). Este proceso puede durar 2 o más días, dependiendo del ánimo y de la energía que disponga la (s) persona (s). Una vez que se llega al agua, ésta va aumentado su nivel de profundidad, aunque si por el contrario cuando se saca agua sale sucia o "revuelta", hay que hacer una especie de limpieza removiendo todo el barro del fondo. El método para extraer el agua puede ser manual (utilizando una polea, cuerda lo suficientemente larga y un tobo) o mecánica (adecuando una pequeña bomba de agua junto a un tubo dentro del pozo).
En el siguiente link se muestra parte del proceso para la construcción de un pozo de agua subterránea.
https://www.facebook.com/genesis.martinez.1694/videos/10210787865053282/
Los camiones cisternas que surten de agua la zona no funcionan, los motores que hacen que llegue el agua por las tuberías, dañados. No hay respuesta alguna por parte de la alcaldía, solo que están trabajando para solventar el problema (y de eso hace bastante tiempo). Hasta los camiones del aseo urbano no funcionan. La ineptitud de los gobernantes ha sumergido a nuestro país en una crisis sin precedentes en todos los ámbitos: social-cultural, tecnológico, económico y energético. Nuestros niños son quienes más padecen esta situación.
A pesar de tener tantos problemas su gente se las arregla para poder tener una vida llevadera y disfrutar de las cosas buenas que ésta nos ofrece. Ni la falta de agua, ni el desabastecimiento, ni el apagón (que duró 109 horas en gran parte del territorio portugueseño) borrarán la felicidad y la esperanza que los mantiene en pie.