Pensando en los últimos eventos acontecidos, creo que no puede haber un mejor momento para plasmar las palabras que han salido de mi cabeza durante todo este tiempo. Estoy aquí en mi cama sin servicio eléctrico, con mi laptop enfrente y con un silencio sepulcral. Tengo poca batería en mi celular y la utilizo para alumbrar mi cuarto en donde me encuentro en este instante escribiendo. No sé la verdad si esta publicación saldrá a la luz en mi blog, pero todo dependerá de lo que decida.

Las cosas no están marchando bien como lo esperaba, ya desde hace varias semanas lo estoy sintiendo así. Ya no me siento tan inspirado y prolífico como antes, quizás se deba a toda esta situación que estamos viviendo. No puedo pensar en alguna otra razón extraña, ojalá que solo sea eso, ya que me siento algo deprimido por no poseer esa chispa que tanto me caracteriza.

Siento que mi universo se encuentra aún más perdido o escondido en algún lugar que desconozco. Siento que ya no me arropo con él, respiro con él ni me alimento de él. Pero también son cosas que me pasan después de cierto tiempo y vuelvo de nuevo a las andanzas del mundo al que he ascendido.

Otra cosa podría ser las preocupaciones de mis ocupaciones diarias, tanto caseras como laborales, pero sé que no tengo la culpa de ello, ya que este mal que nos ha estado afectando a todos no nos ha permitido desenvolvernos como queremos. Voy a darme algunos días de reflexión, para encontrar aquello que me perturba y no me deja pensar bien.

Me gusta escribir cosas así, me hacen sentir más liberado y pensativo. Creo que voy a escribir más cosas así para posteridad. Mientras tanto, voy a decidir si voy a subir todo este artículo reflexivo sobre lo que pasa por mi mente, a lo mejor ya lo estoy haciendo.

Ilustración