En Yaracuy me encontré con esta imponente ave, un pavo real que con la calma y estilo señorial se pasaba desplegando su plumaje, sí, evidentemente quería ser notado, observado, admirado.

Según el diccionario IMPONENTE significa algo "que causa admiración, sorpresa o miedo", y en este caso fue admiración, una admiración no al ave en si misma sino al Creador de tan hermoso animal. Cada color mezclado en su plumaje, cada trazo de lineas coloridas y perfectas, cada tono, cada cosa en su lugar para el depliegue de una obra de arte viviente.

Es en ese momento cuándo me afirmo a mi mismo que ese SER ó DIOS ó DIVINIDAD que creó a este hermoso animal con tanto detalle y evidente amor es el mismo SER ó DIOS ó DIVINIDAD que me creó, que nos creó con tanto o más detalles que a este animal, el mismo que nos da bendiciones cada nuevo día, nos da un poder ilimitado para creer y para crear, nos da la oportunidad de decidir ser a la vez co-creadores de nuestra vida y nuestro destino.....tú y yo somos seres imponentes porque ese es el resultado de toda creación divina y somos creación divina.