Zugzwang.... Geopolitica FUllsteemCreated with Sketch.

in #democracia7 years ago

Para los que no son jugadores de ajedrez, se dice cuando un jugador está en Zugzwang si cualquier movimiento que implica la obligación de realizar una jugada, provoca empeorar su situación y, posteriormente perder la partida.

Con el escenario geopolítico planteado en los escritos “Our Hemisphere” y “Our Hemisphere 2: Enchanted Land” de este blog, se analizó la siguiente jugada de las superpotencias en el gran tablero de ajedrez global.

Con Rusia fuera del área de influencia natural de los Estados Unidos (continente americano), solo faltaba por terminar de decidir la postura de la otra superpotencia que tiene intereses concretos en lo que sería su cabeza de playa, su estado satélite en el continente, que es nada más y nada menos que China. Recordemos las fricciones que hubo entre Estados Unidos–China, ante los acercamientos que tuvo la nación norteamericana (Administración Trump) con Taiwán. Vale la pena mencionar que para China, reconocer siquiera a Taiwán como una nación soberana, es prácticamente una declaración de guerra, siendo causal de rupturas inmediatas de relaciones diplomáticas con el país que lo haga. Pasó el tiempo y hasta hace muy poco, Trump apoya la política de “Una sola China”, lo que significa reconocer a Taiwán como parte del país asiático (Si me preguntan a mí, Taiwán fue un peón sacrificado o puede que una presión artificial para tener una carta de negociación con China).

Los “acercamientos” con China, por parte de Trump, no acaban allí. Recordemos que Estados Unidos salió del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, que se perfilaba como el mayor bloque económico del mundo. Al salir los Estados Unidos de este tratado, deja una vacante muy grande (y muy codiciada) por parte de la mayor fábrica del mundo: China. Al ver esto, Japón prende las alarmas y busca frenar la integración de su principal enemigo (China), porque entrar en tan importante bloque, le daría una influencia comercial-económica a la nación “comunista” que no le conviene a la nación del Sol Naciente. En vista de esto, uno de los primeros jefes de estado recibidos por Trump, es el Primer Ministro de Japón, Shinzō Abe, en la que se cierra la reunión con un fuerte apretón de manos con un peculiar gesto facial del político nipón. Puede que Trump sirva de mediador para que China entre en el TPP, dejando de lado las preocupaciones de Japón, en aras de tener ficha de negociación con los chinos (esta última obedece más a especulación personal, aunque no la descarto).

Dentro de muy poco tiempo, Trump se reunirá en el clima tropical de Miami con el presidente chino y pueden tener la plena seguridad de que Venezuela será un tema de conversa ¿Eso tendrá que ver con la precipitación de acciones en la OEA para suspender a Venezuela de ese organismo?

Escenario nacional

Maduro venía tendiendo un puente de negociación con la administración Trump. Eso lo podíamos ver de cómo era el discurso tanto de él como de todo su tren administrativo, llegando incluso a decir que factores de la administración Obama estaban infiltrados y saboteando la relación bilateral. En repetidas alocuciones, Maduro llegó a decir que él no quería problemas con Trump tanto en cadenas como en mítines políticos, pidiendo acercamientos con un uso del inglés que se confundía entre lo ridículo y lo hilarante. En una oportunidad lo llegó a tildar de “Camarada Trump”. Más allá de suavizar el discurso, Maduro recientemente llegó a tener gestos más que tangibles de “buena voluntad” y es aquí donde les presento la solicitud de ayuda que Maduro pidió a la ONU para solucionar el tema de escasez de medicamentos. Otra muestra que les presento, es la reunión que Maduro sostuvo con empresarios y transnacionales, dando una muy tímida de “Apertura Económica”, donde solicitaba la inversión de capitales extranjeros en Venezuela. En pocas palabras, una suerte de inicio de “Perestroika Bolivariana”, que vaya usted a saber cómo ahora los capitales extranjeros son pedidos a gritos para invertir en un estado que ha tenido como política, justamente satanizar a los mencionados capitales transnacionales extranjeros; un día muy confuso para ser un “revolucionario”, que ahora tiene que asimilar que las Transnacionales son amigas, no comida.

Podríamos ver que los Estados Unidos -de Trump- estaban “escuchando” el planteamiento de Maduro, ya que luego ellos dijeron no estar de acuerdo (de momento) en suspender a Venezuela de la OEA. Ahora, sin duda alguna, que ese puente ha sido totalmente dinamitado con lo acontecido tanto en Venezuela, como en Washington y una acción parece estar condicionada por la anterior, sin olvidar el escenario geopolítico antes planteado. Vemos como el día 28 de marzo del 2017, se tenía previsto una reunión extraordinaria en la sede de la OEA para discutir sobre la situación política de Venezuela. Aprobándose el orden del día con 20 votos a favor, 11 en contra, 2 abstenciones y 1 ausencia se inicia el proceso que podría traer como consecuencia la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela. En el transcurso del día, de hecho, horas antes de las discusiones en la OEA sobre Venezuela, en Caracas se le dan unos poderes supra constitucionales a Nicolás Maduro Moros, convirtiéndolo en un dictador en todo el sentido de la palabra, más allá de lo anacrónico que les pueda parecer a algunos en pleno siglo XXI. La otra carga de dinamita que explota en el puente, es la del “TSJ” en definir límites a la inmunidad parlamentaria de los diputados a la Asamblea Nacional y la carga definitiva de dinamita el puente de entendimiento, tanto con la administración Trump, como con el resto del mundo, es la disolución de la Asamblea Nacional el día 30 de marzo del 2017 y, junto con ella, también disolvió a la MUD. Está de más decir que ésta última sentencia es sumamente positiva para los movimientos políticos opositores alternativos.

Se los planteo de esta manera: la MUD hará lo que le ha resultado rentable políticamente desde su nacimiento, que es bailar al son que le toque el gobierno, aun cuando éste la haya disuelto, como lo hizo con la Asamblea Nacional. Más que eso, creo que no tendrán conciencia de ésta última circunstancia y no harán nada por sobrevivir, al menos políticamente. Creo que, de hecho, buscarán un pacto/diálogo proelecciones y aún con una respuesta negativa por parte del gobierno, esto expondría a la MUD frente a la opinión pública y a sus más fervientes defensores, como simples colaboracionistas. Eso sería el final político de la MUD (y la Asamblea Nacional)

Ahora bien. En vista de todo ese escenario geopolítico expuesto, podemos vislumbrar algunas de las posibilidades de maniobras (y contra-maniobras) políticas internas.

La primera (y la que considero de carácter fundamental), es la de crear un frente político opositor alternativo, en contraposición a la MUD, que tenga un rol activo, en conjunción con los factores geopolíticos que están a favor de una fuerza de cambio sobre la actual situación de Venezuela; un movimiento o más que un movimiento, una coalición de corrientes opositoras alternativas que ayuden a impulsar los cambios. En este momento, justo ahora, es decir, el día de hoy 30 de marzo del 2017, podrían complementarse, según sus propias experiencias de lucha política:

un movimiento que se encargue del ciber-activismo político y movilización de factores de base (obreros, motorizados, estudiantes, por citar algunos ,
otro movimiento (o partido político) que se encargue de las relaciones internacionales (les recuerdo que una persona llegó a darle la mano a George W. Bush en su oficina) y, por último, pero no menos importante
sumar a un aparato comunicacional nacional que sirva de efecto multiplicador sobre los pasos a seguir por la colectividad de lo que significaría una nueva etapa de lucha política, como también sumar a pensadores, filósofos y profesionales como ideólogos de lo que significa un nuevo período de lucha ciudadana y activa.
Todo esto es perfectamente posible y con los actores políticos que tenemos en estos momentos, solo que están desarticulados. El deber ser de este movimiento, es simplemente desplazar a la MUD en caso de un (más que posible en estos momentos) Golpe de Estado militar venezolano pro-transición. Para mí y en vista de los acontecimientos recientes de eliminación de la Asamblea Nacional, es una coalición que para conformarla como debió ser conformada, es tarde. Sin embargo, es mucho que se puede hacer a partir de este momento para propiciar el quiebre definitivo del Status Quo venezolano y hablando en términos estrictamente pacíficos.

Con el escenario político e independientemente de la jugada que haga la MUD, repito nuevamente, es imprescindible que una coalición de movimientos políticos opositores alternativos salga a conquistar espacios de calle, de opinión pública, de activismo político en redes sociales, que se sumen tanto personas nacionales como expatriados para crear matrices de opinión (¿por qué no?) en el exterior y ayuden a visibilizar al situación política actual. Ustedes se preguntarán: “pero, estamos ahora en una dictadura abierta y ellos tienen las armas” Yo les respondo: “Sí. Ellos tienen las armas y usarlas en este momento político tendría tanto impacto mediático internacional, que ocasionaría un respuesta mundial de rechazo que sería definitivamente el principio del fin, donde incluso, se podría hasta plantear un escenario de intervención militar extranjera” Así como lo lee.

¿Qué pasa, si a lo interno, se convoca una ruta de manifestaciones a nivel nacional que se dirijan a Caracas, como ya lo hemos vivido? Pues, el régimen, lo primero que haría sería trancar las vías de acceso a la ciudad. Punto Positivo número uno. Luego, trancaría las estaciones de metro donde se realizaría la posible concentración (aun siendo en el este). Punto positivo número dos. Estos son hechos con los que podemos contar. Ahora se preguntarán: “¿por qué dices que son puntos positivos?” Pues, porque ellos mismos estarían COLABORANDO con el caos en la ciudad y la paralizarían. Así de sencillo. Haría mucho mejor el trabajo de la oposición, cuando buscan el efecto contrario que es el de la desmovilización. Dicho en otras palabras, ellos cavarían su propia tumba. Les dejo esta pregunta: ¿Qué pasa si a partir del día sábado 1 de abril, el movimiento político opositor alternativo convoca a marchas continuas de convocatoria nacional de carácter sostenido durante, al menos, una semana continua con concentración principal en la ciudad de Caracas?

Es aquí el momento donde se presenta el verdadero Zugzwang: Si el régimen reprime (como en efecto lo haría de manera violenta), activaría todas las alarmas internacionales y le daría la excusa perfecta a los Estados Unidos (de Trump) ya sea para invadir militarmente a Venezuela o para promover un golpe de estado interno y buscar una transición política. Eso es tan simple, como que hay un “nuevo sheriff en el hemisferio” y no es, en lo absoluto, el escenario geopolítico que había en 2014. Vuelvo y repito, Maduro “no puede reprimir”. Ahora, de Maduro no reprimir las manifestaciones que cada vez se hagan más y más concurridas, solo desencadenaría un punto de falta de autoridad, tanto en cuadros militares internos, como en la ciudadanía que traerían como consecuencia, la renuncia del cargo de todo su tren ejecutivo. Usted pensará: “Maduro puede renunciar y quedaría el Vicepresidente para terminar el mandato”. Yo le diría: “Llegado ese momento de masa crítica, la sociedad jamás aceptaría algo menos que la renuncia de su tren ejecutivo. Posiblemente, llegado ese momento, los propios militares, en vista de la pérdida de legitimidad del “gobierno”, simplemente optarían por dar un golpe militar pro-transición o ‘aconsejarle’ que se retire por la puerta de atrás”.

Está la masa crítica esperando ser convocada ¿No lo cree? Le recuerdo lo que pasó en la panadería Mansion´s Bakery, ubicada en la avenida Baralt (a pocas cuadras del Palacio de Miraflores, vale la pena mencionar), donde vecinos salieron a la calle a protestar por el cierre de la misma en horas de lo noche. De más está decir la situación “política” de ese sector del centro de Caracas. Simplemente se perdió (o se está comenzando a perder) el miedo. Y fueron vecinos de la comunidad que bajaron a protestar sin quemar cauchos, ni armados, ni nada por el estilo. Simple y llana protesta; esa protesta que tanto escozor causa a un sector muy particular de la dirigencia “opositora”.

En estos momentos, los ojos del mundo están puestos sobre Venezuela, donde hasta el momento de este escrito, la UE y los Estados Unidos (de Trump) han expresado profundas preocupaciones sobre la medida tomada por Nicolás Maduro de disolución de la Asamblea Nacional, donde ambos bloques exigen la restitución del hilo constitucional. Sume ahora lo que ocurre con la OEA. La partida se cierra cada vez más y más.

Particularmente, no deja de sorprendérmela medida de disolución de la Asamblea Nacional. Sí. Me sorprende porque no la esperaba (tan pronto). La única razón que se me ocurre para que el régimen haya decidido “inmolarse”, es que China le haya quitado el apoyo político que tanto esperaba. Para mí, fue un “error” haber disuelto la Asamblea Nacional, cuando estaba en entredicho, la conducta poco democrática del régimen de Maduro según la opinión pública internacional. Ahora, con la acción de eliminación de la Asamblea Nacional, el régimen ha dejado totalmente claro de que esto se trata de una dictadura. La pregunta que no he dejado de hacerme es: “¿esto es ciertamente un error, que produciría una respuesta internacional contundente donde se quedarían a esperar la intervención militar desafiantes cual Sadam Hussein con las luces encendidas de noche ante las bombas inteligentes norteamericanas o, es que el régimen busca ser derrocado por militares venezolanos y muchos políticos rojos pedir asilo?”

En este momento, quiero dejar muy en claro que (lo que significa) Trump, está en una maniobra de repliegue geopolítico de los Estados Unidos, principalmente para protegerse de lo que está ocurriendo en estos precisos momentos en Europa, que no es más que el avance del Islam dentro de uno de los epicentros de Occidente. Para que el proyecto de Donald Trump sea efectivo, necesita todo el hemisferio estable. Es aquí donde usted comienza a ver poco a poco cómo han ido saliendo en tiempos pre-Trump y Trump los pilares fundamentales de la “Revolución Bolivariana” en la región latinoamericana como en Argentina, Brasil, el freno del fraude electoral en Ecuador, la enfermedad aparentemente grave de Evo Morales en Bolivia (que no me sorprendería que pudiese ser desplazado por Jorge Quiroga, que vale la pena mencionar está en una suerte de campaña). Solo queda Venezuela y pueden tener la plena seguridad de que Trump no dejará impune a un Narco-Estado, próximo a un Estado Fallido y que además entrega pasaportes al terrorismo islámico a pocas horas de vuelo de suelo norteamericano.

Quiero culminar este escrito, llamando a enfocarnos y determinarnos en querer un país mejor y por consiguiente, los días próximos serán determinantes sobre los próximos 20 años políticos en Venezuela. No es momento de cálculos políticos ni de echar culpas. Considero que todo aquel actor político que convoque de manera seria y comprometida con una resistencia pacífica, pero irreversible SEA QUIEN SEA, debe ser apoyado de manera irrestricta por todos nosotros y en todo sentido.

Estamos en el tan esperado “llegadero” político; a partir de aquí, muchos políticos tendrán que decidir en qué bando están: si en el bando de narcotraficantes o en el bando de los venezolanos. Así de maniqueo.

Sin ánimos de menospreciar a los otros estados, pero el epicentro político de Venezuela está en Caracas y es en Caracas donde se debe librar la lucha política en estos precisos momentos.

El hecho es que si el régimen sobrevive esta crisis política, estaremos condenados.

Queda de nosotros, como sociedad capaz de autoconvocarse, en decidir qué clase de país les dejaremos a nuestros hijos…

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