Hacerlo diferente

in #diferente7 years ago

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Entre las tantas vueltas que da el mundo día tras día se cuelas nuestras quejas por todo lo que pasa en cada rincón del mundo. Sin ser un secreto para nadie, hay muchas cosas que pudieran hacerse de mejor manera o que simplemente no deberían hacerse. Nuestro distrés crece a medida que nos damos cuenta de que no podemos controlar lo que no depende de nosotros y entre tantas cosas malas estamos también nosotros, quienes queremos cambiar pero, sinceramente, no lo hemos hecho.

Constantemente vemos y escuchamos sobre las miles de maneras en las que podríamos hacer este mundo mejor desde lo personal, desde el individuo y así, inevitablemente, el mundo cambiará. Al menos desde nuestro punto de vista.

Tenemos tantas cosas que queremos hacer, creemos en tantas cosas que podrían ser ciertas o no, pero que, según nuestro criterio, harían de todo este mundo desastroso un lugar mejor, pero ¿Y que estamos haciendo nosotros? La obsesión por un mundo perfecto nos ha cegado y al final terminamos convertidos en lo que tanto despreciamos. Es que es contagioso, queremos hacer las cosas bien, pero miramos alrededor y es tanta la 'normalidad' de todas esas cosas que, inevitablemente, nosotros también las hacemos.

   Botar basura en la calle nos parece desastroso, pero al menos una vez también lo hemos hecho. Avanzar cuándo el semáforo está en rojo; llegar tarde al trabajo; hacer trampa en algún examen, etc.. Son esas cosas que, aunque nuestra moralidad las desprecie, en algún momento también lo hacemos. Cuando tenemos "necesidad" nos convertimos en esos "malos ciudadanos" que en otras oportunidades criticamos. Es que parece tan normal. 

Parece normal ver la basura en el piso del parque. Parece normal escuchar como un auto acelera cuando el semáforo cambia a rojo. Parece normal entrar medía hora después al trabajo. Parece normal ver a los estudiantes esconderse para mirar el libro durante el examen. Cuando lo "necesitamos" todo nos parece normal.

Cambiar el mundo suena muy bien y la verdad es muy simple, pero no es fácil. Ser mejor persona requiere sacrificio. La moralidad y la ética no trabaja para nosotros, no podemos usarla sólo cuándo se quiera presumir de ser "diferente". Hace falta cambiar nuestra percepción del mundo, hacer las cosas diferentes. Es difícil, sí. Se perderán amigos, quizá. Pero, si lo que realmente se quiere es ser diferente, hace falta comprometerse a ser diferente, aunque a veces duela. Una persona no cambia el mundo, pero sí cambiarás tú mundo.