Emprender: Como loco a buscar ideas o morir en el intento (IV)
Emprender no es fácil: si fuera facil todo el mundo emprendiera...
Esa frase la conseguimos en cada publicación referente a emprender. En teorìa todos podemos emprender, el caso es que pocos nos atrevemos. El camino del emprendedor incluye muchas renuncias ¿fiestas? no, papi. ¿comida en la calle? ni jugando.
Y vivir siempre pensado en como mejorar, avanzar.
Cuando mi hijo mayor me cuestionó que solo a mi se me ocurría montar una tienda que no tenia el concepto claro y sin dinero, yo le pedì que confiara en mi. Una de las cosas que siempre recomiendan es tener clara cual es la vision, la misión y la propuesta de valor de tu emprendimiento. Yo tenia todos estos conceptos en mi cabeza, pero la verdad nunca me había dado tiempo (yo no me había dado tiempo) de sentarme a escribir. Mucho mas en una economìa distorsionada como la nuestra cuando la preocupación diaria de que meter en la nevera nos arropa.
El caso es que mi vision, vision y propuesta de valor se resume en:
- LA IDEA: surge de la necesidad de conseguir materiales para realizar el trasplante de un mini cactus
- EL CONCEPTO: crear una tienda que se dedique a proveer de plantas y materiales a los coleccionistas de cactus y suculentas: personas que les gustan las plantas pero por condiciones de espacio, tiempo y/o conocimientos no puedan tener jardines tradicionales.
- El ALCANCE Y PUBLICO OBJETIVO: Ser capaces de proveer macetas, sustrato, abonos, semillas, complementos y plantas a amas de casa, estudiantes, oficinistas y público en general, en pequeñas cantidades, que sean fácilmente transportables y de bajo costo.
¿suena lindo, verdad?
El caso es que a partir de allí surgen necesidades descubiertas e interesantes. Y una de esas necesidades interesantes es el caso de la fibra de coco. Sale mas barato el producto que el transporte a la zona donde vivo. De una, nos lanzamos a armar la parte del proyecto para cubrir esa necesidad. Buscamos los cocos y empezamos a desfibrar y empacar fibra de coco (por raciones). Pero la verdad lo que me entusiasmó son todas las cosas que se pueden hacer a partir de esa materia prima: desde macetas hasta bloques para casas. Encontré una publicación donde descubrí que la turba de coco (el polvito que queda despues procesarlo) lo venden en bloques prensados.
De otro proyecto tengo una maquina de hacer bloques de tierra prensada y un motor de secadora: dos mas dos son cuatro. Un poquito de impulso mas y comienzo con la producción.
La otra constante es que debes llevar un control permanente de las finanzas: Indicadores, libros contables, hoja de balance... y de allí se me desprenden dos aspectos que me hacen ruido en la cabeza permanentemente. La primera es que aunque parezca mentira hay casi 1000 dolares (dolitas, diría mi pana Roberto) metidos en los 24 m2 que tengo de local y la segunda es que no tengo liquidez. tengo que buscarme una forma de financiarme para poder cubrir los gastos a tiempo en los próximos dos meses. Aparece el milagro.
Les contaba que he ido descubriendo necesidades, pues una amiga me escribe desde Caracas pidiéndome un tutor de raíces y me pasa el un video de como se fabrican con musgo. No tengo musgo y en Venezuela su comercialización esta penada por ser especie protegida. Manos a la obra: comprar unos materiales y empezar a armar. Ya el resultado se ve. Logre hace uno, y luego otro y así iniciamos, crece el inventario.
Seguimos insistiendo, pero de que hace falta un aporte financiero, un crédito o un socio, hace falta. Esa es la dirección a seguir en este camino a la locura.

