Segunda oportunidad de amor

La vida de Dennis parecía «perfecta». Es un alto directivo con todas las comodidades. Una casa en el centro de la ciudad y una buena imagen social. Lo ha conseguido todo con su esfuerzo, pero la historia detrás de todo su éxito es diferente. Se enfrenta a una carga en su vida, un cansancio o, por así decirlo, una extraña soledad.

Recuerda su pasado y el día en que, sin querer, hirió profundamente a su compañera de trabajo y novia Jenny.

Dennis tiene un flashback...

«Esa tarde estaba solo cuando Jenny entró en su despacho. Durante un rato hablaron del trabajo y de sus vidas personales. Pronto, la conversación se convirtió en una acalorada discusión y luego salieron de la oficina...».

_{La discusión F}

…continuación…

Dennis recuerda el reflejo de la mirada de Jenny sentada frente a él delatando la ilusión de aquel amor apasionado que crispaba su piel. ¿Cómo no pudo darse cuenta de la profundidad de aquel sentimiento?

Para Dennis fue más importante compartir con ella sus aspiraciones profesionales en un proyecto al que apasionadamente le había dedicado tanto tiempo. Jenny se sentía contagiada de su entusiasmo y sabía lo que significaba el éxito profesional para él.

- ¡Dennis, te deseo mucho éxito y disfute en tu proyecto, lo mereces porque has trabajado muy duro para ello!.

- ¡Gracias Jenny, tu apoyo es muy importante para mí. Estoy apostando toda mi vida profesional en este proyecto para garantizar las oportunidades futuras y el éxito.

Hasta aquí todo era armonía y entusiasmo compartido, un ambiente ideal entre parejas que pretenden compartir también sus vidas. Ante esto Jenny no duda en preguntar:

- Dennis ¿En qué otras cosas has estado pensado cuando me pediste venir para tratar nuestros asuntos personales?

- Sé que lo que te voy a pedir puede desilusionarte, pero lo he pensado con determinación, no tengo la intención de hacerte daño. Necesito suspender nuestros planes de boda para poder emprender mi proyecto y asegurar nuestro futuro.

La reacción de Jenny no se hizo esperar, era un balde de agua helada, aquella petición de Dennis revoleteaba en su cabeza como un absurdo que su corazón no podía procesar.

- ¡Cómo puedes decirme eso! ¿Acaso debo esperar tu éxito, sin importar lo que hemos soñado juntos por tanto tiempo? Con esto estás rompiendo nuestro compromiso, porque mi amor por tí carece de prórroga.

Sabes lo que significaba para mí tu promesa, tú eras mi mayor apuesta para ser feliz, tener nuestra propia familia, eso no tenía precio y tú le has puesto uno.

- ¡Jenny por favor! Podemos casarnos más adelante, quiero asegurar el éxito del proyecto y vendré por tí.

_{La ruptura F}
El llanto de Jenny se esparcía por el lugar, un castillo de naipes se desmoronaba como la ilusión misma de un espejismo, un corazón roto y un alma herida trastabillaba con la puerta del despacho, buscando una salida en el pasillo donde hacía eco su gran lamento.

Dennis sin reaccionar, no había sabido manejar la situación, la intensidad de las palabras de Jenny lo impulsaban a buscarla y no dejarla ir, pero otra fuerza lo mantenía fuertemente anclado, ese proyecto se había convertido en una prisión.

El alejamiento y la ruptura de la pareja fue determinante para que Dennis continuara su camino y lograra el éxito que tanto anhelaba. Un éxito que le permitió tener una vida confortable pero estresante para mantenerse en la cima.

Sin embargo, todo ese éxito logrado en dos años ya no se sentía como antes. Cada día lo carcomía la soledad como un cáncer que devoraba su alma, un alma que añoraba el perdón del amor perdido y la redención de una pesada culpa.

Dennis decidió buscarla pero nadie daba pista de ella, hasta que por cosas del azar o el destino la encontró entrando en la sala de un teatro. Enseguida se saludaron, se encontraron dos corazones vibrantes con sentimientos encontrados, reflejando el miedo a un encuentro inesperado.

- Hola Jenny, ¿Cómo estás?

- Bien, Dennis ¿y tú?

- Bien, gracias. Por favor me permitirías unos minutos para conversar en el café. Te juro que no tardaré mucho.

- Ok, solo unos minutos.

Dennis pidió dos café y se sentaron a conversar con cierta tensión:

- Han pasado dos años desde que saliste de mi despacho y perdí una gran chica entonces, entre otras cosas ¿Sabes?. Tuve el éxito que tanto anhelé pero tengo que confesarte que me equivoqué, no puse las cosas en su santo lugar y ahora me siento terriblemente vacío.

Lamento que no haya sabido valorar tus sentimientos, fui muy egoísta. Ahora lo comprendo y estoy cargando esa gran culpa. Por favor te pido perdón por lo que te haya hecho sufrir.

Jenny estaba conmovida por aquellas palabras y por el resentimiento de aquel recuerdo que le rompió el corazón. Con lágrimas en su rostro Jenny reaccionó:

- Si, Dennis te perdono. Sufrí mucho por ese momento, pero yo también necesitaba encontrarme. Ahora puedo entender tus razones, tal vez fui algo inmadura y precipitada, me faltó paciencia y esperanza. Tus palabras de arrepentimiento servirán para sanar mi herida.

-¡Jenny, gracias por tus palabras que causan una gran redención en mí!. Tenía una gran carga en mi conciencia que alivia mis penas.

¿Crees que tengamos una segunda oportunidad?

-¡Es tarde!. Debo irme, las niñas y mi esposo me esperan en la sala del cine. Esas gemelas no tienen precio han sido una gran bendición para mí.

«Fue una fallida segunda oportunidad»

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