Las bizarras aventuras de Alan -Resumen semana 2-
Asediado por las preguntas de Alan, el elegante caballero no puede sino dejar escapar una leve risa, señala hacia un gran sillón en la parte trasera de la carreta y prosigue a sentarse invitando a Alan a acompañarlo, saca de una pequeña caja al lado del sillón un frasco de maní y le ofrece al chico mientras le dice.
-Hahaha, con calma joven… una pregunta a la vez y esto se hara mucho mas facil para ambos… quieres mani mientras charlamos? Te vez hambriento.
Alan no puedo evitar aceptar la oferta, pues su estomago rugía cual lenon de las praderas y tras tomar un puñado de mani, prosiguio a devorarlo lentamente. No sabia si era el hambre o el mani estaba realmente bueno, pero por alguna razon no podia dejar de comer y aprovecho la pausa en la conversa para aclarar un poco mejor sus ideas.
-Ya estoy mas tranquilo, haber... comencemos con la pregunta simple y repitame, en donde estamos?
El elegante caballero aun sorprendido por dicha pregunta, se tomo un instante para elaborar bien su respuesta y antes de comenzar a contestar, se levantó del asiento y busco de entre las cosas del taller un mapa, para poder hacer mejor la explicación y tras sentarse nuevamente al lado de Alan, lo abre y comienza a indicarle donde se encuentran.
-Estamos en un continente llamado Avalon, dicho continente consta de varios pueblos que están regidos por una gran ciudad llamada Nueva Londres… Actualmente no sabemos, ni tenemos forma de averiguar que hay mas alla del gran oceano. Lo único claro es que definitivamente hay tierra mas alla y donde hay tierra hay gente o por lo menos criaturas… Y en este mismo instante, estamos aqui.
Señala unas montañas, rodeadas de bosques que tienen únicamente un pequeño camino rural que atraviesa parte del bosque conectando un pueblo en el borde del continente con lo que parece ser la ruta principal que lleva a Nueva Londres.
-Ese gran bosque que ves alrededor nuestro afuera de la carreta, se llama el Bosque del olvido, y la caverna que está justo frente a la carreta fue nombrada la Cueva de los recuerdos… a lo que viene mi primera pregunta... si no hay civilización alguna en kilómetros a la redonda, de donde vienes joven?
Alan asombrado por el mapa y lo que denotaba, finalmente encontró la respuesta a una de sus principales dudas. Sin lugar a dudas no se encontraba en ningun lugar conocido y no solo eso, sino que ademas no había mención de algo que conociera en dicho mapa. Se tomo una breve pausa para organizar sus ideas y le hecho otro vistazo al mapa mientras contestaba.
-Ha… es confuso, no veo Basil mi pueblo natal en este mapa y Nuevo Londres? Esto me suena a fantasía inventada si puedo decirlo.
El elegante caballero se quita el sombrero, lo pone a un lado, se rasca la cabeza, se levanta y comienza a caminar de un lado a otro de la carreta perdido en sus pensamientos por casi un minuto entero. Luego de haberlo pensado, finalmente retoma su lugar y mirando fijamente a Alan responde.
-No me estas tomando el pelo o si chico? No existe ningún lugar conocido en este continente con ese nombre, de ser asi yo lo sabria… despues de todo gracias a mi puesto de jefe de investigación en el consejo de la reina, tengo a mi disposición basicamente cualquier información que cualquier persona quisiera saber, e incluso lo que no quisieran saber.
Alan un poco intimidado por la reaccion del caballero, comienza a ponerse nervioso e incómodo, sin embargo, a pesar de su naturaleza de siempre hacer travesuras y divertirse no es un mentiroso y ser acusado de eso le molesta. Además que no importa como lo vea no hay forma lógica de explicar como llego alli, por lo que sin muchas opciones, decide decirle al caballero como fue que llego alli.
-Hey! Puedo ser muchas cosas pero no mentiroso -Dice alan Frunciendo el seño- yo provengo de Basil un pueblo apartado de todo rastro de civilización en kilómetros a la redonda, llegue aqui despues de armar una travesura entrando a una carreta y tocando un libro y se lo descabellado que suena todo lo que acabo de decir en este momento.
El caballero deja salir un suspiro y sin saber muy bien como tomarse aquella historia, saca el relicario que lleva en su cuello y lo abre. Se queda viendo por un tiempo lo que parece ser una pequeña foto familiar y suspira nuevamente.
-Vale, imaginemos por un minuto que no mientes y te creo… eso significa que para ti todo esto está dentro de un libro? No tiene ningún sentido lógico o racional… sin embargo, he visto suficientes cosas extrañas en mi vida como para que no suene tan loco.
Se levanta nuevamente, se acerca a la mesa del taller y saca una foto de debajo de la misma, se acerca para entregarla a Alan y finalmente decide presentarse con su respectiva reverencia.
-Muy bien, en vista de que por razones no solo no sabes donde estas, sino que además no sabes quien soy… Harrison Van Rensselaer o Dr Harry para mis conocidos... científico, consejero real, explorador y aventurero retirado.
Alan finalmente deja de comer maní, ve la presentación del Dr Harry y luego observa la foto, en la que están lo que parece ser un grupo de amigos y entre ellos distingue rápidamente al Dr Harry, pero mucho mas joven. Luego de haber visto la foto, se percata de que es su turno de presentarse, por lo que se levanta y toscamente intenta imitar la reverencia.
-Alan Strauss, Alan para los amigos y basicamente todo el mundo… granjero, aventurero y dolor de cabeza personal de la mayoría de los habitantes de mi pueblo.
Tras haberse presentado el Dr. Harry mira levemente por la ventana de la carreta y saca su reloj de bolsillo para ver la hora. La preocupación en su rostro se hace cada vez más evidente con cada minuto que pasa y como tratando de distraer la mente continúa charlando con Alan.
-Encantado de conocerte Alan… respecto a la pregunta de hace rato, normalmente nos turnamos el sillón mi aprendiz y yo, de esa forma uno puede descansar mientras el otro trabaja o conduce la carreta… Y hablando de mi aprendiz ya me estoy empezando a preocupar, el bosque es peligroso de noche y pronto va a comenzar a oscurecer.
Solo entonces Alan se percata que ciertamente ha pasado un buen rato desde que encontró la carreta y entre charlar con Harry y curiosear en la carreta termino volando el día. Ve por un momento hacia el bosque y le recuerda mucho a los alrededores de su pueblo natal, por lo que no se explica como un lugar tan encantador podría llegar a ser peligroso.
-Peligroso? por favor lo peor que se puede encontrar uno en un bosque es un oso y si lo pensamos un poco solo arranque la carreta y atropella lo que sea con ella.
Harry pasa a un semblante más serio y señalando una de las cajas en la carreta responde.
-Hecha tu mismo un vistazo, son piezas de distintas criaturas que utilizamos en este taller para forjar distintos instrumentos de trabajo y algunas de esas criaturas son particularmente peligrosas.
Alan echa un vistazo rápidamente a la caja y queda asombrado por la cantidad de partes allí adentro. Desde garras y uñas de distintas formas, pasando por colmillos y pieles extrañas, hasta llegar a peculiares objetos que no sabría como distinguir pero que emiten un fuerte olor.
-Wow… no le saldría mejor en vez de científico ser cazador? estas cosas son increibles jamas habia visto muchas de estas cosas en mi vida.
Finalmente, y antes de que Alan o Harry puedan continuar con su tranquila conversa, se escucha un fuerte estruendo en el bosque y la carreta es sacudida levemente. Ambos por instinto se ponen a cubierto y tras pasar la sacudida se asoman por la ventana.
-Pero que? A su aprendiz le gusta explotar cosas profesor? Me recuerda a cierto loco de mi pueblo que solo puede hacer cosas Kamikaze.
Dijo Alan, a lo que el Dr. Harry visiblemente perturbado al ver en la ventana como los animales del bosque corrían y humo emergía de las profundidades del mismo contesto.
-Malas noticias mi joven amigo… muy malas noticias.
Harry se apresura a tomar algunos artilugios de la carreta, se los guarda en donde puede dentro de su traje y antes de salir de la carreta apresuradamente, le entrega a Alan un libro. Mientras se disponía a salir finalmente le dice.
-Aprendete el contenido de ese libro tan pronto como puedas, son las instrucciones sobre cómo manejar la carreta y si la cosa allá afuera está tan mal como creo… Vamos a necesitar que este todo listo para huir muy rapidamente.