El secreto de un amor
Todo este tiempo no he logrado olvidarte, sin embargo, traté de reemplazarte, pero tu recuerdo es un tesoro con el cual siempre sueño y añoro. Parte de esa historia la he contado y no te imaginas con cuán entusiasmo
Fue una aventura poco singular, pero su ricura la hace sin igual.
Esa primera noche en particular, trae a mi mente mucho sentimiento y algo de confusión, tu temperatura me enloqueció, quemando mi cuerpo con mucha pasión. Trate de resistir los deseo de la piel, pero fue en vano ante esa sensación.
Ese calor quemando mi cuerpo y mi corazón gritando tu nombre, me entregué al deseo dejándome llevar, pero no sabía si estaba bien o mal. Muchas veces me dije que debía alejarme de quien no me hacía su prioridad y aunque mucho tiempo conmigo compartías, no podía hacer de lado la realidad de que en tu vida alguien existía, sentí celos sin poder expresar y ganas de gritarte que contigo quería estar.
Pero me detenía al saber que fue mi lección tenerte así y aunque no creas fue una experiencia poco inusual, nunca había sentido algo así, pero mi mente me reprendía de que no tendrían buen fin, a tu lado compartí momentos locos y tiernos. Me resigné y acepté que mi vida sería sin ti, esas aventuras locas serían lo único que me quedaría de ti.
Te veía con gran admiración y a la vez con tristeza sabiendo que algún día todo acabaría.
No te imaginas cuántas veces me trate de quitar esa ilusión tonta de ser la dueña de tu corazón, muchas veces me regañe por seguir contigo por no tener el valor de alejarme.
Pase mucho tiempo con la culpa de poder dañar un hogar y no sabía cómo manejar esas emociones, en algunas ocasiones su separación desee, pero al ser madre me dolía poder dañar a tu bebe, pensé y pensé en alejarme de una vez, no quería sentir la culpa de un hogar destruir y mucho menos de separar a un bebe de su hogar y su familia.
Cuando estaba decidida de decírtelo la próxima vez que te viera, era imposible que esas palabras te dijera, mi mente decía hazlo dile eso es lo correcto, pero mi corazón me gritaba que no me alejara que quizás algún día ustedes terminarían y así pase por un constante desequilibrio hasta que ya me vi forzada a volver a la realidad no tenía ni idea de lo que yo significaba para ti, así que me aleje de una vez y para siempre.
Lágrimas derramé hasta más no poder y me prometí desde ese día a más nadie querer, pero era evidente que mi vida debía de seguir y algún día mi vida con alguien compartiría, quería un hogar para mi hijo y alguien con quien compartir lo que me queda vida.