Vaya que sí es una historia de misterio. Recuerdo todas esas historias folklóricas que estamos acostumbrados a leer o a escuchar. Esas historias de choferes en las noches oscuras de Venezuela, en el llano, en el centro, en la costa, siempre impresiona leer o escuchar este tipo de historia.
En los lugares en que me acostumbré a oírlas han sido muchos. Cuando estuve de guardia, en los hospitales de todos lados; Es lo mismo, en las noches cuando cansados no podíamos dormir en nuestro descanso. En los lugares donde pasé vacaciones, sobre todo en el llano adentro. En las noches, con una fogata encendida y los mechurros apostados en las cuatro esquinas, encendidos, en ese momento solían decidirse por historias de este tipo.
Pensé que te había sucedido, porque siempre he escuchado de boca de las personas a las que se les han aparecido. Luego leí la etiqueta de ficción. Creo que dejaste volar tu imaginación y me ha parecido cautivante la historia. No dejé de leerla hasta el final.
Vaya con estas historias que lo envuelven todo. ¡Felicitaciones!