Por supuesto, cuando alguien participa en una carrera, siempre lo hace para conseguir el primer puesto. La visión de tu carrera es conseguir el título principal que viene primero.Si un atleta es capaz de priorizar y ocupar el primer lugar, lo que lo impulsa a competir, como es el caso de un cristiano, entonces debe ser el primero en su vida y el primer lugar en ser ocupado por Dios. como dijo: el Señor a sus discípulos:

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Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. 38 Este es el primer y mayor mandamiento. Mateo 22: 38
No pierda el enfoque en lo que Dios quiere que hagan sus hijos. Dios quiere que lo pongamos a Él primero en nuestras vidas. No se trata de correr y hacer otra cosa que no sea servir a Dios con todo tu corazón.El primer lugar debe ser tomado por Dios tanto que el Señor dice que debemos amarlo con todo nuestro corazón.

En nuestro corazón no debe haber ni familia ni hijos ni dinero ni trabajo para ocupar el primer lugar, ese lugar ya tiene dueño y es el Señor Jesucristo.Cuando examinamos nuestros pensamientos, podemos encontrar que Dios es lo primero. Nuestra forma de pensar debe limitarse a ocupar la mente con los pensamientos de Dios.Cuando ponemos a Dios primero en todo, esto, por supuesto, trae grandes recompensas.

Dios le había dicho aPoner siempre a Dios en primer lugar en todo lo que hacemos significa poner las bendiciones en primer lugar en nuestras vidas. Josué que todo lo que hiciera y emprendiera tendría éxito si meditaba en su ley todo el tiempo.Incluso cuando nos sentimos poderosos y muy fuertes, el Señor enseña que estas fuerzas deben emplearse primero en Él.

Para amar a Dios con todas nuestras fuerzas, Dios da lo primero que comenzamos en un nuevo día. Llegamos a Su presencia en las primeras horas de la mañana con el poder y la energía recibidos de Dios para adorarlo y servirlo con un corazón humilde que reconoce que Dios es el primero en todo lo que haremos en el nuevo día.