Meekness is not a weakness

Meekness is often misunderstood, yet Jesus says that we must learn from Him that He is meek, and that the meek will inherit the earth ...

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What is meekness?

Meekness is a glorious virtue that has many good and beneficial effects, as well as being of great importance for our service and in dealing with our fellow men. Patience allows us to act in all kinds of tests in the right way. Meekness enables us to do what is right through the practice of our service and our works.

Jesus invites us to go and learn from Him, that is why He says: "I am meek and humble of heart ..." Matthew 11:29. Meekness had become flesh in Jesus. It had become part of His being, and the same can happen to us if we are diligent when we come and learn from Him. Praise God!

How is meekness manifested?

Talking and doing things before you think about it are probably two of the most common weaknesses in human beings; And one of the consequences of this is that things are said and done that one regrets shortly after they happen, things that harm oneself and other people. Those who do so lack meekness.

Meekness makes a person consider his actions before acting. For that reason, everything you say and do will be said and done in a completely different way than if you had acted impulsively, and very often you will completely stop doing what you had intended to do or say. What we read in James 1:19 gives us an idea of how meekness is manifested "For this, my beloved brothers, every man be quick to hear, slow to speak, slow to anger."

We know this, yes then, but let's put it deep in our hearts: ready to hear, slow to speak! This glorious advantage we have if we are meek. It can often be experienced, for example, in conversation, that we do not take the time to listen, wait and remain silent until the other has finished. No, it is usually interrupted and the two people end up talking at the same time. Does this mean being early to hear? Is this being meek? Not in any way! People do and act this way because they lack meekness.

Many accounts in the Bible tell us that Jesus was meek. A precious example is when the Pharisees approached Him with the woman who was caught in the act of adultery itself. (John 8: 1-11). Jesus did not immediately answer when asked what he thought they should do with it, but instead reached down and wrote in the sand. Jesus was quick to hear and slow to speak; and with all that, after hearing the voice of the Father, he spoke with authority and the answer he gave them was a "total blow." What a glorious and beneficial effect came out of a meek heart!

Meekness is acting in a timely manner

As servants of the Lord, we can make use of this virtue in an exceptional way. "The mild tongue is a tree of life." Proverbs 15: 4 We must be meek (gentle) so that we can hear God's voice and have spiritual food to give. We must always be prepared to defend the hope that is in us "with meekness and reverence." 1 Peter 3:15 If anyone is caught in any fault, we are to help such a person "in a spirit of meekness." Galatians 6: 1 "For the servant of the Lord must not be contentious, but kind to all, apt to teach, long-suffering, that with meekness he corrects those who oppose ..." 2 Timothy 2: 24-25.

Meekness allows us to be calm and attentive to be able to help the other person in the correct way according to what the Spirit works in us, and likewise, to act at the opportune moment so that our actions have the best possible result. What a great blessing it is to be able to be quiet and attentive listening to what the other person has to say when they contradict you! So that when you are done, calmly and calmly you can say some words that bring light. "With long patience the prince appeases, and a soft tongue breaks bones." Proverbs 25:15.

Meekness is part of wisdom. Listen to what James explains to us so easily and fervently: “Who is wise and understood among you? Show by good conduct your works in wise meekness. " James 3:13. Meekness gives dignity to wisdom, and this makes it easier for others to listen to you.

"Blessed are the meek, for they will inherit the earth." Matthew 5: 5 Yes, the meek have certainly proven themselves worthy to inherit the earth!

La mansedumbre no es una debilidad

La mansedumbre es a menudo malinterpretada, sin embargo, Jesús dice que debemos aprender de Él que es manso, y que los mansos recibirán la tierra por heredad...

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¿Qué es la mansedumbre?

La mansedumbre es una gloriosa virtud que tiene muchos efectos buenos y que nos benefician, además de que son de gran importancia para nuestro servicio y en el trato con nuestros semejantes. La paciencia nos permite actuar en todo tipo de pruebas de la manera correcta. La mansedumbre nos permite hacer lo correcto a través de la práctica de nuestro servicio y nuestras obras.
Jesús nos invita a que vayamos y aprendamos de Él, por eso dice: "Soy manso y humilde de corazón…" Mateo 11:29. La mansedumbre se había hecho carne en Jesús. Se había convertido en parte de su ser, y lo mismo puede pasar en nosotros si somos diligentes cuando venimos y aprendemos de Él. ¡Alabado sea Dios!

¿Cómo se manifiesta la mansedumbre?

Hablar y hacer cosas antes de pensarlo son probablemente dos de las debilidades que ocurren con más frecuencia en los seres humanos; y una de las consecuencias de esto, es que se dicen y hacen cosas de las cuales uno se arrepiente poco después de que ocurren, cosas que dañan a uno mismo y a otras personas. Los que tal hacen carecen de mansedumbre.

La mansedumbre hace que una persona considere sus acciones antes de actuar. Por esa razón, todo lo que dice y hace será dicho y hecho de una manera completamente diferente de como si hubiera actuado impulsivamente, y muy a menudo dejará de hacer por completo lo que había pensado realizar o decir. Lo que leemos en Santiago 1:19 nos da una idea de cómo se manifiesta la mansedumbre “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.”

Sabemos esto, sí pues, pero pongámoslo profundamente en nuestro corazón: ¡prontos para oír, tardos para hablar! Esta gloriosa ventaja tenemos si somos mansos. A menudo se puede experimentar, por ejemplo, en una conversación, que no nos tomamos el tiempo para oír, esperar y permanecer en silencio hasta que el otro haya terminado. No, normalmente se interrumpe y las dos personas terminan hablando al mismo tiempo. ¿A esto se refiere ser pronto para oír? ¿Es esto ser manso? ¡No, de ninguna manera! Las personas hacen y actúan de esta manera porque les falta mansedumbre.

Muchos relatos en la Biblia nos dicen que Jesús fue manso. Un precioso ejemplo, es cuando los fariseos se acercaron a Él con la mujer que fue sorprendida en el acto mismo de adulterio. (Juan 8:1-11). Jesús no respondió de inmediato cuándo le preguntaron qué pensaba que deberían de hacer con ella, sino que se agachó y escribió en la arena. Jesús fue pronto para oír y tardo para hablar; y con todo eso, después de escuchar la voz del Padre, habló con autoridad y la respuesta que les dio fue un "golpe total.” ¡Qué efecto tan glorioso y beneficioso salió de un corazón manso!

La mansedumbre es actuar de manera oportuna

Como siervos del Señor, podemos hacer uso de esta virtud de manera excepcional. "La lengua apacible es árbol de vida.” Proverbios 15:4. Tenemos que ser mansos (apacibles) para poder escuchar la voz de Dios y tener alimento espiritual para dar. Siempre debemos de estar preparados para presentar defensa de la esperanza que hay en nosotros “con mansedumbre y reverencia.” 1 Pedro 3:15. Si alguno es sorprendido en alguna falta, nosotros tenemos que ayudar a tal persona “con espíritu de mansedumbre.” Gálatas 6:1. “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen…” 2 Timoteo 2:24-25.

La mansedumbre nos permite estar tranquilos y atentos para poder ayudar a la otra persona de la manera correcta conforme a lo que el Espíritu obra en nosotros, y así mismo, actuar en el momento oportuno para que nuestras acciones tengan el mejor resultado posible. ¡Qué gran bendición es poder estar callado y atento escuchando lo que la otra persona tiene que decir cuando te contradice! Para que cuando haya terminado, con calma y tranquilidad puedas decir algunas palabras que traigan luz. “Con larga paciencia se aplaca el príncipe, y la lengua blanda quebranta los huesos”. Proverbios 25:15.

La mansedumbre forma parte de la sabiduría. Escucha lo que Santiago nos explica tan fácil y fervientemente: “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.” Santiago 3:13. La mansedumbre le otorga dignidad a la sabiduría, y esto hace que sea más fácil para los otros escucharte.

"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.” Mateo 5:5. Sí, ¡los mansos ciertamente han demostrado que son dignos de heredar la tierra!

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