Antes que nada felicito a @solperez por haber logrado mantener esta dinámica en el tiempo. Para esta edición 90, he escogido la obra "No lo esperaban", de Iliá Repin:

El día transcurría con el aburrimiento de siempre, todos en la sala sin mirarnos, sin hablar de nada, torturados por el piano tétrico de Madeleine, supervisados por la mirada policial de mamá, atendidos hasta la náusea por la bella Natacha, quien entraba cada cierto tiempo a decirnos:

-¿Desean más té?

Natacha era perfecta, quizás fue la primera mujer que vi como mujer, y creo que ella se daba cuenta de eso, pero aunque yo era casi un hombre, ella aún me veía como el muchachito de la casa.

Ella siempre tenía como una sombra tras de su paso a Valia, que iba limpiando tal escoba humana cualquier cosa que no brillara de limpio.

Sveta, mi hermana, siempre se sentaba a mi lado, y disfrutaba dándome con los pies por debajo de la mesa, o riéndose de todos en silencio, como una picardía secreta entre los dos.

Todo apuntaba a que sería otro día de retrato, como el que nos tenía acostumbrados esa época de tensos conflictos políticos, en la que la familia había escapado de la miseria general gracias a la fortuna que había heredado mi madre de sus abuelos.
De súbito Natacha abrió la puerta y lo dejó entrar, flamélico, con un sobretodo miserable, con gesto de fatalidad, manos apretadas al sombrero a nivel del pecho, que aunque se pudiera pensar era un gesto de timidez, era más bien la determinación del que no daría un paso atrás.

Todos parecieron haber recibido la descarga de un rayo en el corazón, sobre todo mamá, ella misma nos había contado la historia del tío que se disputaba la herencia de los abuelos con ella, pero que por suponerse su muerte en la guerra, le dio la posibilidad de quedarse con la fortuna de los Macarenko.

Y ahora estaba allí, ojeroso y flaquísimo, pero con el poder de cambiarlo todo, de dejarnos en la calle, o permitirnos compartir lo que ahora sería su fortuna.

El único en no asustarse fui yo, que sí me sorprendí, pero no me asusté, más bien hasta me alegré, porque sea lo que sea, habría cambios, y para mí todo sería mejor que aquella vida aburrida. Tal vez esta sería la oportunidad de irme de todo aquello, para vivir aventuras y buscar fortuna en otros lados. Quizás esta era la oportunidad para que Natacha me viera como yo quería que me viera.

FIN

Me gustaría invitar a mis amigos @inspiracion, @tocho2 y @adeljose. Aquí la información