Concurso| Cantémosle a la Madre Tierra

En todas las vidas estoy… en ti y al lado tuyo, tan cerca como tú de un vegetal u otro animal. En todas las vidas estoy viva, en la fuerza de un águila para atrapar su presa, en el telar de una araña súper resistente para enganchar polillas. En la fotosíntesis, pero también en el marchitar de una planta y en el valor de sus hojas secas sacudidas por el viento, en el estallido de un volcán, o en los misiles de guerra hecha por hombres. Todas las vidas que me habitan viven una metamorfosis de las que soy testigo.

Cuando un pollito atraviesa un cascaron, en las nubes que transforma el agua en lluvia que humedecen plantas, insectos y hombre…allí estoy muda y silente testigo. Soy el marco de todas las vidas, en la de los girasoles, en el campo, en la cosecha, los placeres, los ciclos, en la polinización.

En cada especie siempre ocurre un nuevo renacer, en cada género surgen los colores de la savia, en cada existencia hay muchas más. Al parecer todo está lleno de asfalto, concreto, electricidad, ruidos de televisores o radios, de pantallas digitales que no cesan. Parece que se vuelve complejo escucharme o verme en mi inmensidad. Que el color gris de asfalto se minimice, que me abrases como madre, como hermana porque me habitas… te habito y en todas las vidas estoy viva.

No me cantes solo en mi día… que esa canción que has escogido se vuelva tu himno personal, enséñamela a cantar en cada ser vivo que esté sobre mi faz... puedas respetar.