The Diary Game | 23-12-2024 | Horneando antes de la noche buena

     Caracas, 23 de diciembre de 2024

Hola, amigo mío. Sí, tiempo sin escribirte, no es que no haya querido, es que, como ya deberías saber, los días de diciembre se pasan como una vorágine en nuestras vidas, a veces pegamos unos con otros, y por lo menos para mí son de hacer muchas cosas, después no me queda tiempo de escribirte.

Atrás quedó el día que fui a la celebración de un bautizo y el día de la misa y cena navideña del trabajo de mi papá a la que me invitaron pero tenía tal malestar. Logré participar en la lectura que me asignaron pero no comí, eso sí, eché un buen pie con los mejores bailarines, los adultos mayores, jejeje.

Este 23 de diciembre fue otro de esos días en que me regresaría a casa para darle calor al hogar, también debía hacer unas compras de la ropa de mi hija, pero la elaboración de las hallacas en casa de mi abuela se había retrasado, por ende la elaboración de las tortas y panes que hace mi tía, ella tenía que trabajar y luego ir a buscar el tratamiento de su hermana, así que acepté ayudarla en lo de los panes de jamón porque además yo tenía una tarea del curso de panadería.

Tomé el necesario café mañanero, desayuné, una pasadita a revisar la comunidad ya que estaba de guardia, y me puse manos a la obra porque sé muy bien que hacer pan toma su tiempo. Una de las cosas en que paso mucho tiempo es en pesar y tener listo todo lo necesario para empezar jajajaja.

Mientras tanto, mi primo rehacía el nacimiento porque la gata ha estado muy animada tratando de esclavizar nuevamente al pueblo judío y después se puso a decorar la puerta de la entrada. Este año no le pude hacer ningún motivo nuevo, de manera que reutilizó uno de años anteriores.

Hice una pausa para almorzar, ropa vieja, de lo mejor. Después del almuerzo, salió el primer pan de panes de jamón. Luego estoy se retrasó un poco porque debía hacer mis panes dulces.

Total que la tarde se fue yendo y yo seguía haciendo panes jajaja. Mi tía llegó súper tarde de sus diligencias, directamente a decorar las tortas navideñas que ya tenía hechas y la de zanahoria que llevaría a su trabajo el 24.

Por cierto que una probadita de esa torta fue mi deliciosa merienda, ya sabes, siempre hay que hacer para probar.

A las seis ya estaban listos mis panes dulces, que formaron parte de la cena jejeje, aproveché la sesión de selfies y seguí haciendo pan. Más tarde volví a la comunidad para atender mi guardia.

Siete panes se empaquetaron esa noche, unos para nuestra cena de Navidad, otros para los conocidos y familiares. Volver a casa, mejor mañana.

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Todas las imágenes son de mi autoría, captadas con un teléfono celular Tecno Spark exclusivamente para esta publicación

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